CUENTO CORTODesde que nos conocimos en 2005 con Marcelo que tenemos el sueño de hacer un doctorado en el extranjero. Nos esforzamos desde temprano por amasar nuestro cv para eso, trabajamos por eso. Durante los últimos cuatro años de nuestras vidas, es decir, desde 2009 hemos intentado concretar el sueño. Queríamos cuatro becas de doctorado, dos para cada uno; la de BecasChile y la Fulbright. Necesitábamos estudiar juntos, porque somos juntos, tenía que ser en la misma universidad y/o súper cerca, en la misma ciudad. Tenía que ser Estados Unidos, porque es "the top of the world". Desde hace cuatro años que luchamos. Ahora es el tiempo, Dios nos hizo el milagrote. Era imposible pero ahora es. El 20 de agosto nos vamos a Rutgers University, yo a estudiar el doctorado en Políticas Públicas, el gran sueño de mi vida, Marcelo al doctorado en Sistemas de Ingeniería, con especialidad en transporte, lo que él gusta, lo que desea hacer. A Dios toda la gloria de este milagro.
CUENTO LARGODesde hace años sueño hacer un doctorado. Creo que desde que mi padre me lo sugirió cuando estaba en primero medio. Como todos mis sueños, comenzaron en la mente de mi padre. Aunque para ser sincera, seguramente este sueño comenzó en el Padre, ese Padre que me concibió entera en el principio de los tiempos.
Los tres hombres de mi vidaMi padre, Juan Carlos, es una persona muy importante en mi vida. Tal vez no parezca a simple vista, pero yo adoro a mi padre. Puede ser que desde que fuimos juntos desde el principio que adoro a mi padre, no sé... La cosa es que siempre fui una niña muy obediente. Siempre tuve buenas notas, siempre me porté bien. Entonces desde pequeña me acostumbré a escuchar a mi padre (y a mi madre) y aunque mi carácter siempre ha sido muy fuerte, sus consejos endilgaron mi camino desde el principio.
En mi casa la ingeniería ES el camino. Así es que siempre supe que ése era mi destino. Pero hay otro destino que, aunque no evidentemente, en mi casa también es infalible, y es el destino de Marx, el de la lucha social, que también nos mostrara mi padre. Entonces, yo nací para la ingeniería y para la lucha social.
Pero en eso de crecer y crecer apareció otro gran hombre en mi vida, y ese es mi abuelo Ismael. A mi abuelo lo recuerdo con tanto cariño, él me enseñó lo más importante, me enseñó a Dios, y me enseñó la doctrina del amor de Jesús que espero seguir hasta el fin de mis tiempos.
Fue gracias a mi abuelo Ismael que conocí a Marcelo. El tercer hombre de mi vida (pero no por eso el menos importante de los tres). A Marcelo lo encontré en 2005, a eso de mis 19 años. Lo encontré y lo elegí para siempre. Resultó que me hizo una clase (de Cálculo Numérico, imposible no mencionar eso) y que a penas lo vi, lo quise para mí. Lo elegí el mismo día en que lo conocí, porque la verdad es que Marcelo siempre fue mío, y de nadie más. Eso estaba escritito también, como todo lo demás. Resultó ser que Marcelo iba a la misma iglesia a la que por años había asistido en los veranos con mi abuelo, la iglesia en la que a él, Ismael Leiva, se le iba la vida. Mi abuelo era bautista, y bautista también es mi marido Marcelo, nacido y criado en la iglesia de Jesús. Y al conocer al hombre que es Marcelo, me enamoré como debía, como estaba escrito. Y después de muchas aventuras nos casamos el 11 de diciembre de 2010 en una fiesta soñada, la mejor que ha habido y que podría haber en la historia.
¡Y yo que siempre dije y pregoné que no me casaría nunca! Es que no sabía lo que estaba escrito para mí.
Cuando salí del liceo, del LAM, pensé que ésos habían sido los mejores años de mi vida y me saqué la corbata simbólicamente el último día de clases a las doce de la noche. Me encantaba ser de ahí, me sentía parte, soy parte del Liceo Abate Molina de Talca que ya desde hace casi docientos años que alberga en sus paredes las risas de sus pupilos, el mismo que a medias sobrevive después del terremoto de 2010.
Cuando salí del liceo no sabía que la Universidad de Concepción habría de enseñarme tantas cosas y mostrarme tantos mundos y tantas vidas que también recordaría esos años como años de oportunidades, que por cierto es excelente recordar. La U. de Conce me dio de todo, y por eso le estaré eternamente agradecida. La UdeC me mostró vidas y me dio herramientas, herramientas que voy a aprovechar. Así es que mi paso por la UdeC fue transitorio, nada más. La UdeC fue para mí una carretera hacia el futuro.
Y entonces, decía yo, me casé con Marcelo cuando mis tiempos en la UdeC ya habían caducado. Y pareciera que entonces los actuales eran otra vez los mejores tiempos de mi vida. Con Marcelo nunca hemos vivido demasiado cómodos, demasiado regalados (tan sólo cómodos y regalados, pero no en demasía). Pero siempre bien, juntos, disfrutándonos el uno al otro. Con él las cosas son distintas, porque como siempre digo, lo que tenemos nosotros no lo tiene nadie. Es que nosotros nos tenemos confianza, toda la confianza del mundo, y nos amamos, y nos necesitamos, y somos los mejores amigos, y soñamos nuestros sueños juntos. Construimos nuestros sueños juntos, nuestros sueños, sus sueños y mis sueños. Con Marcelo conversamos, leemos, cantamos, miramos, acariciamos, nos olemos, nos disfutamos, comemos, corremos, dibujamos y como ya dije, soñamos. Marcelo es un sueño, Marcelo es el milagro más grande de mi vida, mi milagro hecho realidad. El imposible, el perfecto, el mejor.
El comienzo del sueñoEntonces, ya decía yo, comencé a soñar el doctorado el día que mi padre lo soñó para mí por primera vez. Y así me recuerdo caminando por los pasillos del liceo con la Romina conversando, soñando lo que mi madre me había dicho que había dicho mi padre "no es tan importante lo que estudie, lo que importa es que haga un postgrado en el extranjero, que vaya al Silicon Valley". En cuarto no sabía que camino seguir, o sea, sabía que ingeniería, pero no sabía cuál. Así es que la Divina Providencia puso ante mí Ingeniería Electrónica, y yo acepté. Fue uno de los grandes errores de mi vida. En qué cresta estaba pensando... realmente no sabía donde me metía. Buscaba algo difícil, y dicen que las ingenierías del área eléctrica son las más difíciles (hoy puedo corroborarlo, humildemente), y la primera vez que escuché Electrónica fue cuando un socio de la Santa María fue a dar una charla a mi curso, le pregunté cuál era la ingeniería con más futuro y me dijo electrónica, y lo corroboré con mi padre, eso fue todo. En algún momento se me pasó por la cabeza estudiar la especialidad más difícil de la carrera más difícil. Craso error. Yo siempre había soñado irme a la Católica en Santiago, siempre-siempre, era mi gran sueño. Pero yo siempre, también, he sido precavida y pesimista. Entonces nunca formalicé mi deseo y a la hora de elegir, sin nada demasiado claro, mi padre me recomendó la U de Conce. Y le hice caso, en Santiago no había "Ingeniería Electrónica" como tal, y eso me pareció un buen argumento.
Cuando me vine a Conce a estudiar ingeniería me di cuenta que eso no era lo mío. La derrota de no haberme ido a Santiago, donde los mejores, aún habiendo podido, me quemó el alma algo así como un año. Quise dejar esa carrera estúpida y dedicarme a otra cosa, algo que de verdad me gustara. En el liceo había querido dedicarme a la diplomacia, pero desistí el día en que mi padre me dijo "tú no tienes pedigree para eso". Entonces revivieron en mí los deseos de dedicarme a la política y a la gestión, lo que es mi verdadera vocación. Pero mi padre nunca me apoyó en el cambio y sin su apoyo, simplemente no podía hacerlo... porque no tengo las lucas, la verdad fue más bien porque siempre he sido demasiado cobarde y obediente.
Al final del primer año encontré lo que sería la solución a mi vida y me convencí de que arreglaría mi gran error haciendo un doctorado en economía, para después dedicarme a la política. Y a esas alturas creo que conocí Fulbright. Fulbright es una beca gringa que se jacta de ser la mejor beca en USA y que la han ostentado presidentes y ministros de todo el mundo por años de años. Fulbright ofrecía, y ofrece, un convenio con CONICYT, LA institución de becas de postgrado por excelencia en Chile. Entonces, corría el año 2005 cuando supe que Fulbright-Conicyt era lo que quería para mí.
En el temprano 2005, decía, me di cuenta de que era imperante arreglar mi camino. Siento que el error al momento de decidir mi carrera fue por dos motivos, por mi asqueroso orgullo que siempre me ha penado y por falta de fe. Los dos grandes errores de mi vida, con los que sigo lidiando día a día.
A veces he dicho que si me dieran la opción de volver el tiempo atrás elegiría no hacerlo, porque la Ingeniería Electrónica me costó tantas penas que ni loca desperdiciaría el esfuerzo y el ánimo. Pero si de verdad volviera a vivir mi vida no estudiaría eso, tal vez elegiría Ingeniería Industrial, y tendría más fe en Dios y en mí misma.
En la iglesia suelen decir que a los cristianos "todas las cosas nos ayudan a bien". La verdad es que la Ingeniería Electrónica y el Magíster en Ingeniería Eléctrica que terminé tal vez jugaron un rol plenamente determinante en la posibilidad real que tengo ahora de hacer el doctorado de mis sueños, a veces pienso que sin eso no se habría podido... pero me recuerdo que para Dios nada es imposible, y que si Él tenía este doctorado escrito en mi historia, a él hubiese llegado fuese por dónde fuese. Me faltó fe para seguir un camino más fácil, me sobró orgullo para elegir ese camino más fácil. Cuando estés ad portas de elegir, elige lo que tu corazón te diga, lo que más te guste, lo que sueñes. No saques demasiados cálculos, los cálculos y los seguros (los planes B demasiado elaborados) son para los incrédulos. Los hombres de Dios no se amargan por lo que comerán y beberán mañana.
A lo nuestro. El milagro del doctorado es el tema que nos convoca. La cosa es que cuando me enteré de la Fulbright la quise para mí. La beca Fulbright es una beca del gobierno de Estados Unidos para estudiantes de todo el mundo. Es una beca muy selectiva y prestigiosa y es considerada la mejor beca de Estados Unidos. Ser Fulbrighter allá es un honor porque ser un Fulbrighter es muy muy difícil. Fulbright no busca sólo a los mejores estudiantes, Fulbright busca líderes para los países del mundo, busca gente que pueda impactar a la sociedad, busca a los mejores de los mejores. Y, sepan ustedes que Fulbright no es una beca de dinero, es casi, sólo una beca de status en the US. Y entonces, a eso del 2005 me di cuenta que para ser un Fulbrighter necesitaba tener un currículum de liderazgo y me avoqué a trabajar en eso (también) durante mis años de universidad. Actividades extraprogramáticas, directivas, diplomas, discursos, congresos, centros de alumnos, campañas, proyectos, voluntariados, ese tipo de cosas. No fue difícil, a mí todo eso me fascina; me fascina ser con la gente y por la gente, y me fascina tener la agenda ocupada... esta vida es corta, ¡mi madre solía decirme que no me alcanzaría la mía para todo lo que quería hacer!
Cuando nos conocimos con Marcelo, uno de nuestros parecidos fue nuestro interés mutuo por hacer un postgrado en el extranjero. Yo por lo que ya les he contado, Marcelo motivado principalmente por la influencia familiar. Elegí y elegimos USA desde el principio. En primer lugar porque los doctorados multidisciplinarios que nos interesaban son pioneros en su área y muy escasos, y sólo los dictan en universidades de excelencia a nivel mundial y en general sólo se imparten en Estados Unidos. Por otro lado, Estados Unidos es un país que mundialmente está sobre-valorado, tiene halo positivo, en el tercer mundo se valora mucho más que Europa y otros países. Además, queríamos irnos a un país de habla inglesa. La verdad sea dicha, nunca me gustó Inglaterra así es que asímismo, nunca fue una opción para nosotros. No nos atrajo nunca ni el acento de los ingleses ni las tradiciones monárquicas y milenarias que allá tienen. Así es que el "sueño americano" fue nuestro horizonte desde el principio. Entonces, desde temprano, nos enfocamos con Marcelo en la Fulbright, y trabajamos juntos por ella.
Y sucedió que en esos años de universidad en mi casa dejaron de apoyarme en mi poryecto de doctorado, pero no me rendí, y luché insistentemente por lo que quería... a pesar de lo difícil que era para mí soltarme de los sueños de mi padre. Sin saberlo, hice como aconseja Jodorowsky (lo cité en mi post anterior) y decidí seguir mis propios sueños. Pero un día recuerdo que mi padre me preguntó por qué quería tanto hacer el doctorado, y le expliqué que no quería volver a la academia (que es algo de lo que él no gusta porque considera que está muy alejado de la realidad, que crece en su propia burbuja) y que el doctorado que quería hacer tenía un enfoque distinto, multidisciplinario, y que en los doctorados en políticas públicas el 25% de los egresados se dedica a la academia, el otro 25% trabaja en la industria y el 50% restante en el gobierno. Le expliqué a mi padre mis razones de ese entonces; (1) que el doctorado es lo que quiero hacer, voy a estudiar lo que siempre soñé, a adquirir herramientas para hacer realidad mis sueños, (2) que me pagan un suelo por estudiar algo que es para mí, (3) voy a aprender el inglés en un país de habla inglesa, (4) viviré el desarrollo en un país desarrollado. Hoy agregaría (5) el contacto con la diversidad cultural, (6) las oportunidades a causa del prestigio del lugar, (7) los contactos a adquirir, (8) y porque está cerca de Europa y Canadá. Después de eso mi padre me apoyó, y me abrazó contento desde la primera vez que me dieron la beca.
Pasaron los años y terminé la Ingeniería Civil Electrónica (y Marcelo la Ingeniería Civil Matemática). Quiso Dios que no reprobara ningún ramito y que egresara tercera en el ranking. Fue sólo otro de los grandes milagros de mi vida. Incluso en cuarto me becaron para que terminara el Magíster en Ingeniería Eléctrica en paralelo a mis estudios de pregrado. Lo hice, la verdad, porque no tenía nada que perder y porque engrosaría mi cv al postular al doctorado. (Y terminó siendo que el año que me otorgaron la beca Fulbright exigió la maestría como requisito de postulación. Lo mismo sucedió al postular al doctorado, ya que el área de políticas públicas también exigía una maestría de cualquier índole. Dios sabe por qué hace las cosas.)
Mi testimonio: el milagro del doctorado.El cuento de los doctorados es todo un mundo. Y es que la oferta es inmensa. Hay programas para todos los gustos. Cuando uno ya va cachando, como yo, que lo suyo va por el camino del doctorado, es bueno tomarse mucho tiempo para vitrinear (programas, universidades, países, advisors, departamentos, escuelas/facultades). Es importante tener claro lo que uno quiere hacer al momento de comenzar a buscar un programa, porque eso lo ayuda mucho a uno a orientarse y elegir. Lo otro es que no hay un sólo programa que se ajuste a lo que uno quiere, sino muchos... al menos en USA la oferta es enorme. Por otro lado, vitrineando uno se va enterando de la diversidad de la oferta y de las opciones existentes. Lo malo es que este proceso toma mucho tiempo porque la información es mucha, pero no está tan a la mano. Por otro lado, uno puede llegar a trabajar en lo mismo desde distintas áreas si sabe escoger bien su especialidad. La idea es escoger bien, con tiempo, y con toda la oferta sobre la mesa.
La primera vez que postulamos a la beca de doctorado fue en 2009. Lo recuerdo como si fuera ayer porque postular a algo, sobre todo a una beca, es un verdadero parto. Y es que en Chile la burocracia es tremenda, papeles, papeles y más papeles. Bueno, Marcelo dice que si nos van a regalar como 150-200 millones de pesos no podría ser más fácil. Entonces fue en junio de 2009 nuestra primera postulación. Las postulaciones son verdaderamente engorrosas, hay que juntar miles de documentos y cuando eres inexperto, no sabes dónde conseguir la mayoría. Además, una vez llegas al lugar acertado para conseguir algún documento, es muy típico que se demoren muchísimo en generártelo. Por otro lado, para postular a una beca hay que manejarse sobremanera en lo que uno quiere y en vitrinear se pierde un montonazo de tiempo.
Ni hablar si uno no sabe inglés, la beca te da la opción de hacer un curso pero para postular hay que tener el examen de inglés rendido, y eso también es todo un cuento, a parte de lo caro que es hay que pedir hora y la primera vez que nosotros lo dimos tuvimos incluso que viajar a Santiago eso.
Si uno no tiene las cosas claras y los papeles listos desde antes, yo aconsejo ni siquiera intentar postular. Además, dependiendo del área a la que uno postule y de la beca en cuestión serán los comités evaluadores. Déjenme decirles que para ganar una beca también hay que conocer muy bien a los comités evaluadores.
En 2009 postulamos por primera vez a las BecasChile y a la Fulbright Regular, sin siquiera nuestros títulos. Debo reconocer que ni siquiera me manejaba demasiado en las bases. Cuando salieron los resultados a fines de octubre me habían dado la beca a mí pero no a Marcelo. Era extraño porque nuestros currículums son (y eran) realmente parecidos. Recuerdo que quedé como número 200 en el ranking de 520 personas y que incluso gente que yo sentía que era mejor que yo quedó después. En noviembre decidí renunciar a la beca y retirar mi postulación a Fulbright, cuyos resultados aún no salían. Lo hice sin saber demasiado porqué, lo hice básicamente por Marcelo. En ese tiempo no estaba conciente de un montón de cosas.
No sabía, de partida, que tenía hasta 2011 para iniciar estudios, ni sabía muy bien que sólo podía estudiar en una universidad mejor que mi tercera opción que era algo así como el MIT. Tampoco sabía que las postulaciones a los doctorados en USA cerraban el primero de diciembre para iniciar estudios el año entrante. Y encima yo no tenía el nivel de inglés necesario para postular. Entonces decidí, en la ignorancia más plena del sistema de admisión para doctorado en USA, renunciar a mi beca. Lo hice cuando ya me habían llamado a entrevista en Fulbright, renuncié a todo.
Fue un dolor grande a nuestro orgullo que no le otorgaran la beca a Marcelo. Al quedar fuera de BecasChile automáticamente quedaba fuera de concurso en Fulbright. Fue injusto porque Marcelo es un tipo excelente. Y es que el sistema de selección en BecasChile es pésimo. Para esa convocatoria los datos de los postulantes le llegaban a un profesor X y este evaluaba a sus alumnos a su antojo, muy arbitrariamente. Fue un año de muuuchas irregularidades en BecasChile. Aún así, nos dolía montones tener que reconocer que a Marcelo no le había otorgado la beca y dar las explicaciones casi chamullentas del caso.
Pero hay algo más que es importante mencionar. La primera vez que postulé lo hice a un programa de doctorado en Gestión Tecnológica. Es un tipo de doctorado en Science, Technology and Management que dictan las facultades de ingeniería en coordinación con las escuelas de economía y negocios en Estados Unidos. Postulé a ese doctorado porque creía que era el único programa en el que me aceptarían, dado que soy Ingeniero Eléctrico. Harto tiempo después me di cuenta que en realidad tenía que dejar de sacar tantas cuentas y postular al doctorado que realmente fue el de mis sueños. Y me atreví a postular a lo mío, al sueño de mi vida: el doctorado en políticas públicas.
En 2010 postulamos de nuevo. Ya con mucha experiencia bajo el brazo juntamos nuestros papeles con anticipación e hicimos todo con tiempo. Ese año fue el año en que nos casamos. La aventura de casarnos fue uno más de los milagros en mi vida. Nosotros queríamos una ceremonia especial con todos los queridos y a pesar de que mi padre perdiera su trabajo el mismo día en que el Mar me regaló mi anillito hermoso (y que permaneciera cesante por casi un año), y de las dificultades que tuve para encontrar pega y todo eso, nos casamos en diciembre en la mejor fiesta del mundo. ¡Y eso que cuando respartimos los partes algo así como un mes y medio antes del gran día, no teníamos el dinero para financiar nada! Nosotros queríamos un evento especial porque necesitábamos que ese día marcara un antes y un después en nuestra vida, porque queríamos que los nuestros nos acompañaran ese día y porque es algo que ocurre sólo una vez en la vida. Teníamos apuro en casarnos porque queríamos disfrutarnos lo antes posible, comenzar pronto-pronto a vivir todo-todo juntos y porque teníamos urgencia de sellar ante Dios y los hombres el compromiso de amarnos por siempre. Cuando uno encuentra al compañero de la vida, desde el principio, es muy fácil reconocerle. Y si ya lo encontrarse, ¿para qué esperar más? Ésa es la lógica. Yo quería la fiesta soñada y sentimos, desde temprano, que el Señor nos apoyó en eso. Para algunos es difícil entender que Dios muuuchas veces, cuando apoya, no lo hace austeramente sino con perfección. Y nosotros sentimos que diciembre de 2010 era nuestro tiempo, a pesar de que tuvimos apuro por casarnos antes, sentimos que ése era el tiempo del Señor. Y el Señor conoce sus tiempos. Cuando sientas que el tiempo del Señor ha llegado, siéntete seguro de tus pasos porque Él estará contigo pese a toda adversidad. Y si no estás seguro simplemente pídele que te muestre si estás equivocado (y ten un corazón sencillo para que te lo diga), Él no se esconde, si te equivocas te lo mostrará sin dobleces.
La cosa es que nos casamos en la fiesta más perfecta que jamás se ha visto, el matrimonio de los dos únicos Cesos existentes en la tierra.
Así es que, como iba diciendo, en 2010 postulamos nuevamente a BecasChile y a Fulbright. Quiso la divina providencia que me honraran con ambas becas a mí, pero con ninguna a mi marido. Ya se imaginarán que nuevamente le negaron la BecaChile y por lo mismo quedó fuera del concurso de Fulbright. La cosa es que mi beca era para iniciar estudios en 2012 y mejorar mi inglés mediante un curso formal en 2011.
Si Marcelo hubiese sido beneficiado con las becas, él hubiese tenido que iniciar estudios en 2011 dada su excelencia en el manejo del idioma, y yo un año después. Además, los resultados salieron el último día de noviembre, y las postulaciones a USA cerraron al día siguiente para iniciar estudios en 2011. Habría tenido un par de días para hacer un par de postulaciones de locos y opciones muy limitas. Probablemente no habría tenido demasiadas opciones y hubiese terminado por perder su condición de Fulbrighter. Por si fuera poco, no habríamos podido, entre otras cosas, terminar los magísteres que inciamos. Pero quiso Dios que no le dieran la beca, algo muy extraño dada la excelencia de sus antecedentes.
Así es que en 2011 me dediqué a mejorar mi inglés y a armar mis postulaciones a las universidades con mucho tiempo. El matrimonio Figueroa-Coronado se enfocó de lleno en disfrutar sin miramientos su primer y maravilloso año. Y además, nos dedicamos a cuasi terminar nuestros famosos magísteres.
Marcelo decidió postular una tercera vez a las becas. Dado el cambio del sistema, en 2011 sólo postuló a la beca Fulbright la cual le fue otorgada sin mayores inconvenientes. Ya he mencionado lo selectivo y riguroso que es el proceso de selección de los Fulbrighters que ostentan un sello de calidad indiscutible a nivel mundial. Para Marcelo fue importantísimo el fallo de esta beca, porque se sintió valorado y avalado, después de años de pensar que no era lo suficientemente bueno.
Así, a fines del 2011 con mi marido nos dedicamos a armar postulaciones perfectas a los doctorados soñados en USA. Sin exagerar noto que el proceso de postulación es un tremendo cacho, y más aún para nosotros que necesitábamos coordinar el estudio de dos especialidades en la misma ciudad. Vitrinear doctorados es el primer proceso que lleva mucho tiempo, y que es complicado de realizar porque la información, lejos de estar en bandeja, no es fácil de ser hallada. Luego de eso seleccionamos doctorados compatibles, esto es, impartidos en ciudades cercanas o en las mismas universidades. Y después de eso es necesario contactar a los profes con los que te gustaría trabajar y ver si están interesados en recibirte y guiarte. Con eso en mano se debe armar la postulación.
En el caso de la gente común, ellos arman una postulación distinta para cada universidad a la que postulan. Los Fulbrighters postulan a través de una institución llamada el IIE con sede en NYC, que lo postula a uno a las universidades a través de una postulación estándar que la mayoría de ellas acepta. Por ende, debe preparse una sóla postulación.
Además, se deben escoger 5 universidades a las que uno desea ser postulado que el IIE evaluará si aceptará postularlo a uno. Nuestra primera barrera fue conseguir que el IIE nos postulara a las mismas universidades, lo que logramos con éxito a fines de octubre.
El IIE financia esas 5 postulaciones a cada Fulbrighter. El siguiente obstáculo en el camino fue que desde Fulbright nos presionaban por dos flancos. Lo primero era que ellos eran partidarios de que Marcelo y yo postuláramos a 20 universidades cada uno (¡40 en total!) para tener chances de quedar juntos en algún lado. Eso era radicalmente imposible porque cada postulación debe ser costeada y vale como 100 dólares, y nosotros carecíamos de ese dinero. Además, no habían demasiadas ciudades donde se dictara lo que queríamos y/o nos interesara vivir. Por otro lado, cada postulación demanda un tremendo esfuerzo adicional que no éramos capaces de hacer ni por tiempo ni por fuerzas. El otro problema fue mi especialidad. Desde Fulbright me insistieron hasta el cansancio que era prácticamente imposible quedar en un doctorado en políticas públicas porque aceptan algo así como 5 personas en cada uno, y porque los cvs de los candidatos son del orden de presidentes y/o ministros a nivel mundial (¡menuda competencia!). A mi favor tenía yo que soy ingeniero, y que en el área de políticas públicas sorprendentemente sólo reciben gente del área de ingeniería. Me insitían de Fulbright (la Karina, obvio), decía, para que me cambiara de área, porque en esa no iba a quedar. La verdad es que no es que ellos me estuvieran pidiendo que dejara del todo lo mío. Sucede que uno puede terminar haciendo lo que le gusta desde distintos enfoques. Por ejemplo, muchos doctorados en ingeniería se especializan en políticas públicas de distinta índole.
Pero, ¿cómo cambiarme? Políticas Públicas es mi sueño, no quería cambiarlo. No me iba a equivocar de nuevo por cobarde. Así es que me mantuve porfiada en mi sueño, firme. (Porque un doctorado en ingeniería con especialidad en políticas públicas no es lo mismo que un doctorado en políticas públicas, porque el primero sigue siendo un doctorado en ingeniería, e ingeniería no es lo que quiero ni quería hacer.)
El TOEFL, el Tronwell y AmberLo de inglés fue otro tremendo issue. La beca me pagó un curso de inglés de 3 meses para mejorar mi nivel. Para ser sinceros, BecasChile a uno siempre se asigna un curso de menos meses que lo que realmente necesita, así es que yo considero que por una cosa del destino, yo fui la única de mis 4 compañeros que estaba preparada para el nivel del curso (y la única que logró finalmente obtener el puntaje que necesitaba en la prueba, aunque todos mis espléndidos compañeros terminaron por irse a estudiar fuera como soñaban). Debo aclarar que yo soy muy "de cursos", si quiero aprender algo, lo mejor para mí es tomar un curso, en vez de aprender sola. Creo que es porque soy obediente, responsable, metódica, por lo que generalmente puedo cumplir con todas las exigencias de los cursos y eso en general da buenos frutos. Así es que para mí fue una gran oportunidad el curso que me regalaron.
Me asignaron en el TRONWELL de Conce y me tocó por profe Amber Jennings, una gringa de California que hacía clases mientras cursaba un Magíster en Políticas Públicas en la UdeC. La verdad es que a mí me sirvió montones la ayuda de Amber. En particular, me sirvió que Amber tuviese un Bachelor en Políticas Públicas de UC Berkeley, porque me orientó montonazos en ese sentido. Ella incluso nos ayudó con las cartas de la postulación al doctorado.
No sé si por mala o buena suerte, yo tenía un trabajo re-escuálido por lo que tenía el tiempo, el convencimiento y las ganas para lograr los puntos que necesitaba en el TOEFL. Fue difícil hacer el curso porque realmente demandaba mucho tiempo (¡es que hay que aprender otro idioma, mijito!), y las clases eran muy extensas y hasta bien tarde en la noche. Además fue en los meses de invierno, abril-julio 2011, así es que llovía y hacía muchísimo frío. Pero gracias a la buena disposición de Amber, Kevin y Kris, y a la buena onda de mis compañeritos Olivia, Waldo, Daniel y Sebastián, el rato se hacía bien ameno y daba gusto ir. Además nos animábamos entre nosotros y seguimos en contacto después de eso.
Si bien el objetivo primero del curso de inglés es, precisamente, que uno mejore su inglés, el segundo objetivo fundamental es que logre los puntos en la prueba de inglés que el doctorado de interés exija. En Estados Unidos la prueba por excelencia es el TOEFL. Es una prueba exigente y costosa. Consta de 4 partes; reading, listening, speaking y writting. Cada una de ellas aporta 30 puntos de los 120 que son en total. En políticas públicas piden más de 100 en total. La prueba cuesta algo así como 100 lucas. Es una prueba terriblemente estresante porque dura entre 4 y 5 horas. Para subir un punto en el TOEFL se necesitan algo así como 16-20 horas de estudio. Al terminar del curso no logré subir todos los puntos que necesitaba, sin embargo reconozco que al final pude lograrlo gracias a Amber y al Tronwell. Tengo que aclarar que Fulbright costeó todas y cada una de mis pruebas, y eso fue una tremenda ayuda porque terminé dando el TOEFL muchas veces.
En octubre me avisaron que mis puntajes en el TOEFL no me servían por malos, tenía 96 de 120. A fines de octubre y principios de noviembre di la prueba montones de veces sin prepararme, pero lo cierto es que si no estudias no logras subir el puntaje. A fines de noviembre me mandaron a darla otra vez. Menos mal que Fulbright pagaba. En julio había encontrado pega y eso era lo que me quitaba el tiempo, pero como Dios da y Dios quita a mediados de noviembre quedé sin trabajo de nuevo. Así es que Me enclaustré desde el 1 al 17 de diciembre estudiando inglés y di el TOEFL el 17. Esa vez por fin me fue bien y al fin derroté la maldita prueba. Saqué 105, que me alcanza para ser aceptada en cualquier universidad del mundo entero.
La verdad es que yo nunca estuve tan-tan nerviosa por lo del idioma porque se suponía que Fulbright me conseguiría una aceptación condicional y prefería confiar en esa chance. Lo que yo ignoraba era que, dada la descarnada competencia en el área de políticas públicas, es imposible conseguir una aceptación condicional a idioma en este campo. Cuando sufría por lo de los puntajes de inglés me cuestionaba por qué no había elegido irme a Europa, donde la competencia no es tan terrible y el puntaje me alcanzaba, pero Europa no es USA, y USA era lo que nosotros queríamos.
Parecía imposible, pero lo logré. Adiós TOEFL.
[Acá hago un alto para mencionar lo curioso de los problemas. Cuando uno está inmerso en uno, es terrible y el problema lo es todo. Cuando el problema se soluciona y queda atrás, ya no es nada, es parte del pasado y no pasa de un mal recuerdo. Es muy loco como algo que domina completamente la vida de uno en un momento, de un momento para otro puede pasar a no significar nada.]
Quisiera agregar que mi 105 me permitió rechazar el curso de inglés en USA que me regalaba la Fulbright, y eso fue una tremenda bendición. Pude hacerlo porque no me aceptaron condicionalmente, por lo cual no era requisito hacer el curso para nivelar idioma. Los demás compañeros de la beca que aceptaron el curso han tenido un montón de problemas al respecto, porque dado que los papeles se demoran y pueden llegar en cualquier minuto, han tenido que partir a the US de un momento para otro. Incluso a algunos que se han atrasado en el viaje les han hecho pagar un curso de su propio bolsillo en USA (¡y valen como 3 millones!). Además hubiese tenido que viajar sola, y después costearme el traslado desde el lugar del curso a la universidad de destino. Sin saberlo, renunciar de antemano a ese curso de inglés que aparentemente es un gran beneficio ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado en este tiempo.
Mi black hole y el milagro de RutgersA fines de noviembre terminamos nuestras postulaciones. Y nos dispusimos a esperar.
A principios de enero Marcelo tuvo sus primeros sí. Yo nada. El IIE aconsejaba no desesperarse aunque era imposible, decían que era el black hole del proceso. Pero lo cierto es que Marcelo ya tenía sus sí y que además visitabamos un blog donde los candidatos publicaban sus respuestas. Cuando alguien publica que fue aceptado en un doctorado al que postulaste es trivial inferir que no quedaste. Y eso pasaba.
Lo peor para mí fue que las primeras univeridades que me rechazaron fueron las que estaban más abajo en el ranking. Por ende, meeenos posibilidades tenía. Así es que me entró una desesperación horrible. Para peor del IIE me dijeron que mis chances tendían a cero y que esperáramos que de milagro me aceptaran en alguna parte. Me dijeron que lo más probable era que a Marcelo lo aceptaran en todas y a mí en una o ninguna, por una cosa de la demanda de las áreas y de la cantidad de cupos disponibles.
Debo reconocer que al principio pensé ingenuamente que iba a quedar en todas las Ues a las que postulara y al no ser así fue más terrible aún. Para peor, una de las universidades que aceptó a mi esposo lo invitó con todos los gastos pagados a Los Ángeles a la open house del doctorado. Y fue mi washito. Aunque lo malo fue que cuando le tocó viajar ya sabíamos que esa universidad me había rechazado y que lo más probable era que no fuera nuestro destino. Ese viaje fue una gran bendición para Marcelo. Tenemos que confesar que hasta ese momento, él nunca había tenido la seguridad de que el doctorado fuera el camino que quisiese seguir en su vida. Pero luego de ese viaje ya no tuvo ninguna duda. Además, no gustó para nada de Los Ángeles, por lo que descartó casi de inmediato esa posibilidad.
Yo me desesperé en mala, horrible-horrible. Ha sido uno de los peores momentos de mi vida, sino el peor... Esta parte prefiero contarla tal cual se la conté a una de mis muy mejores amigas con quien mantengo un contacto regular.
"Entonces me entró el pánico-pánico. Tengo que hacer un alto en los hechos para contarte mis sentimientos, amiga. Esto nunca lo he escrito, siempre se lo cuento a la gente en vivo... cómo te lo digo... El doctorado al que estoy postulando, Maca, es el sueño de mi vida, el gran sueño de mi vida, amiga linda. En resumidas cuentas, mi sueño de vida es cambiar un poco este sistema de mierda en el que estamos inmersos... hay quienes viven sin darse cuenta de todo, bienaventurados, hay quienes se dan cuenta de este asco y se hacen los weones, lo aceptan porque es más fácil, hay quienes protestan y se cansan, también hay quienes protestan y siguen luchando, admirables, sí, pero tienen un problema, y es que no proponen nada nuevo, son las mismas ideas viejas de siempre, son la misma mierda de siempre... yo de verdad quiero cambiar este asco, porque si no lo puedo cambiar, no quiero vivir en él, es así de simple... pero resulta que no puedo cambiarlo mientras no tenga las herramientas para hacerlo, las herramientas para proponer algo nuevo... por eso, sin el doctorado no soy nadie, el doctorado es la única forma de aprender a crear, de aprender y de ofrecer cosas nuevas, aprender de los que saben para proponer algo que nos sirva a nosotros... pues, entonces, amiga, sin el doctorado, lo único que me espera es la muerte, porque no sueño nada más que eso, no quiero ni trabajo, ni familia, ni hijos, ni vida, ni casa, ni nada, ni bienes, ni familia, yo quiero cambiar la historia... aunque ya no me tengo tanta fe como antes. Alguien podría decirme que tal vez no logre cambiar nada, pero al menos el doctorado me permitiría influir en el pensamiento de mis futuros alumnos, y afectar el pensamiento de una posible futura generación.
Fue entonces cuando, restándome 4 opciones, me contacté con un profe de la más factible, Rutgers University en New Jersey donde ya habían aceptado a mi Ceso, y resultó que el viejo se olvidó completamente de mi existencia, ¡negro desgraciado! ¡si hasta me había entrevistado por internet en septiembre! En fin, se olvidó de mí y me dijo que yo no debía haber postulado al doctorado que había postulado en esa parte, sino a otro de otro departamento, siendo que cuando hablamos en septiembre me aconsejó postular al que postulé, incluso me dijo "You actually found the right person", cachai? Grone maricón... en fin. Era demasiado tarde como para transferir mi postulación a otro doctorado, a todo esto, eso ya era fines de enero y las postulaciones habían cerrado que rato... Le escribí a mi agente del IIE en NY y ¡estaba de vacas! La persona que la reemplazaba me dijo que no se podía hacer na'...
La desperación creció... resulta que lo que me había dicho el profe negro este era que estaba cachando que yo debería haber postulado a otro doctorado... y empecé a cachar que, claro, ese otro era como justo lo que yo quería, y que por seguir los consejos del negro me había equivocado irreparablemente. Te juro que era como si postulación hubiese estado hecha para ese otro que me mencionaba. Empecé a desesperarme en mala-mala, porque como te digo, linda, el doctorado es el sueño de mi vida, es la herramienta que necesito para seguir viviendo ¡y era la U. con más opciones reales que tenía!... me deprimí horrible-horrible, lloraba hasta el infinito y todos los días mi vida perdía más y más sentido y el sueño se alejaba a pasos agigantados. Peor si yo misma me daba cuenta que era imposible quedar en el doctorado al que había postulado cuando mi postulación calzaba justito con otro programa en la misma universidad. El Marce empezó a preocuparse horrible, porque de veras se veía muy difícil que me aceptaran en alguna parte y él entiende que en esto me va la vida.
A todo esto, la profesora que había aceptado al Marce en Rutgers insistía en ayudar durante este tiempo... a fines de febrero, no sé por qué volvía a escribir a mi agente en el IIE, que era la correcta esta vez, le conté la historia con el grone (grone es "negro" al revés porsiaca XD) y ella me dijo que iba a intentar hacer una 6ta postulación para mí fuera de todo plazo al doctorado de Rutgers que correspondía. Y la hizo. Ahí me desesperé más, si me hacían una postulación extra era porque simplemente no tenía posibilidades en ninguna de las otras...
Detalles importantes. Mi moral y mi esperanza estaban nulas, de veras, estaba destruída y más encima te juro que todo-todo-todo me salía mal, no sé porqué... estuve en el hoyo más profundo, te juro. La Paty, cuando le contaba mi historia me hizo un par de preguntas importantes que voy a aclarar, para que puedas comprenderme.
¿Por qué me echaba tanto a morir si podía intentarlo otro año? La respuesta es no. Porque Políticas Públicas, que es lo que yo quiero estudiar es un área en la que no aceptan a nadie, aceptan algo así como 4 o 5 personas por programa, sólo se da en USA, y son muy muy exigentes... lo estudian ministros, presidentes... es muy cuático. Este año yo postulé con la plata, porque eso es lo que da BecasChile, y con Fulrbight, que es un honor cuáticamente bacán en the US. Mi CV nunca podría haber sido tan bueno como este año. Eso es porque en cuanto al financiamiento, BecasChile ahora pide estar aceptado en una U para postular, y porque la beca Fulbright no me la iban a dar de nuevo nica... es que es re-difícil, mi socia. ¿Por qué no mejoraba mi CV trabajando en un servicio público o en un área afin? Imposible, porque no me pescan en el Servicio Público, no me pescan los muy cerrados de mente porque soy Ingeniero Electrónico, eso me condena, aunque sea igual o más competente que un industrial o comercial, mi título me castiga. O trabajo de electrónico (y en Santiago), o nada.
Ya dije que no quiero ni buscar pega ni trabajar... yo no puedo vivir como zombie... no puedo nada más vivir para subsistir... "Entonces, huevona, ¿por qué no te vai a la Sabana africana?, dijo la Paty" No puedo, porque estoy convencida que cada uno debe aportar a este mundo en lo que es bueno, y yo para la ayuda social no soy buena... yo soy buena para la parte cabezona...
Así de desesperada estaba y pensando en el suicidio la última vez que me junté con la Paty y la Ale... me insistían que estoy loca y que necesitaba un plan B, y la verdad es que no lo tenía...
La gente me aconsejaba irme a USA con la beca del Ma, y allá buscar algo que hacer. No me gustaba esa alternativa por dos razones. Primero, porque ya te comenté que esta es la mejor postulación que podría haber tenido, la mejor sin duda, nunca en la vida habría podido tener una mejor que ésta. Conciderando eso, y que entrar a Public Policy es tan-tan difícil, la idea de irme con el Ma a USA y allá buscar algo para estudiar no era alentadora, porque de todas maneras habría tenido que olvidarme de lo mío y buscar alguna alternativa... Segundo, el Ma no anhelaba el doctorado como yo, a él le gustaba montones, pero no era el sueño de su vida, era algo que le acomodaba hacer mientras yo hacía lo mío, pero bien podría haberse ido a Santiago a trabajar en vez de hacer el doctorado.
Amiga, la desesperación era máxima, lo juro. En eso el Ma viaja a LA y vuelve con la mente renovada. Cuando Marcelo llegó de LA llegó convencido de que lo que quería hacer era el doctorado. Ese viaje fue infinitamente provechoso para él porque le sirvió para aclarar sus sueños y sus prioridades académicas y profesionales. Así es que después de que volvió ya nos decidimos a que si no me aceptaban a mí igual nos íbamos y yo veía allá que hacía, porque de todas maneras acá en Chile no había nada que yo quisiera hacer. Además la experiencia en California le sirvió para decidir que entre la costa oeste de USA y la costa este, prefería la costa este. La verdad es que todas las universidades a las que postuló hacen lo mismo y son igual de buenas, por lo que uno empieza a fijarse en otras cosas. Por ejemplo en California el transporte público es súper malo (lo usa sólo gente pobre-pobre, onda chinos, latinos, negros y el Marce dice que es súper brígido, aparte que nadie habla inglés), y un auto es indispensable, lo que en ciudades como NYC no es necesario porque el transporte público es súper bueno y lo usa todo el mundo regularmente.
Después de nuestra tortuosa espera al fin me aceptaron en una U. de las que postulé, fue al final la que me postularon al último, eso fue a mediados-fines de marzo. Tengo que aclarar que me postularon a Bloustein School at Rutgers un miércoles, me contacté con un posible advisor el jueves y justo, la reunión del programa de doctorado se hizo ese mismo viernes. Milagro. A lo mejor te estás preguntando por qué no postulé directamente al doctorado que me aceptó desde el principio. Debo ser honesta, no lo vi, no sabía de su existencia. La info de los programas no es fácil de encontrar, mucho menos cuando las universidades tienen varios campuses y además las páginas web no siempre están tan actualizadas. Me acuerdo que cuando el profe negro me entrevistó en septiembre me mencionó la existencia de Bloustein School, pero la verdad es que con Marcelo no le entendimos el nombre. Intentamos buscarlo en internet, pero no lo encontramos y nos quedamos tranquilos porque el profe me había dicho eso de que él era la persona indicada para trabajar conmigo, y él era de otra escuela, otro programa y otro campus. En fin, sigo.
Así es que como con el Ma ya habíamos preferido la costa este nos vamos a Rutgers University, que es "The State University of New Jersey". Eso queda en el estado de New Jersey, Jersey city, New Brunswick, que para todos los efectos prácticos es NYC (New York City). Esto queda como por ahí mismo de la ciudad de Nueva York, pero cruzando uno de esos puentes que se ven en las pelis. En realidad ahora estoy cachando que la U. queda en un lugar como retirado, pero súper cerca de NYC. También estoy cachando, por lo que nos ha dicho la gente de allá, que un auto es indispensable.
En fin, nos decidimos por Rutgers porque es la U. que más se ajusta a lo que nosotros soñamos. Al Mar ya lo habían aceptado en todas las universidades que postuló menos en una (aceptado en USC en LA California, en Carnegie Mellon que es la más bacana en Pennsylvania, en NYU la universidad de Nueva York y en Rutgers, en New Jersey). En mi caso una universidad me aceptó, 3 me rechazaron y de 2 todavía no tengo respuesta... pero de entre las opciones que me quedaban, la más conveniente por todo es Rutgers. En todo caso nunca voy a saber la respuesta de las dos Ues que me faltaron porque acabo de aceptar Rutgers (en Estados Unidos es una regla tácita responder la oferta de postulación antes del 15 de abril), y al hacerlo caducaron todas mis demás postulaciones, así es que uno no puede saber si quedó en las que no le respondieron o no, eso es lata.
Considerando todos los factores, Rutgers es la universidad que más nos convenía porque es la que más se ajusta a nuestra realidad y a nuestros sueños. Yo me voy a ir a estudiar políticas públicas, que siempre ha sido mi sueño, voy a hacer un Ph.D. en Planning and Public Policy :o) Y lo más probable es que trabaje en el Center of Energy, Economy and Environmental Policy de Rutgers (eso es Centro de Políticas Energéticas, Económicas y Medioambientales) :o) Marcelo se va a estudiar Sistemas de Ingeniería, un Ph.D. en Industrial and Systems Engineering con un major (especialidad en Transporte) que es como ingeniería multidiciplinaria."
Quisiera notar en este punto que una de las principales razones por las que escogimos Rutgers fue porque Marcelo, además de encontrar un departamento que se dedicaba precisamente a lo que él quería, encontró una profesora que lo recibe con mucho cariño e interés en su persona. Desde el principio, la profesora Melike se portó un siete con nosotros. Ella nos motivó a continuar con mi postulación a Rutgers y a hacer una segunda. Gracias a su gestión yo conseguí la postulación extra que me hizo el IIE y que finalmente resultó ser mi destino. La profesora nos ha ayudado muchísimo y, como he dicho, ha jugado un rol preponderante en esta aventura. Y eso de encontrar un advisor que a uno lo apoye en todas es también un milagro en el mundillo de la academia.
En el caso mío, Bloustein School era sin duda (y sin saberlo) mi mejor opción. Allí encuentro precisamente el programa que soñaba y el Center of Energy, Economy and Environmental Policy. Lo mejor es que me reciben con los brazos abiertos. El professor Robert W. Lake, Director del Programa me escribió "Dear Carla, Welcome to the PhD program in Planning and Public Policy at the Bloustein School [...] We look forward to seeing you in September."
El milagro completitoNos faltaban las lucas para Marcelo...
El 17 de abril de este año cerró la convocatoria de BecasChile para iniciar estudios de doctorado en el extranjero este 2012. Con el Ma la preparamos con todo el corazón, así es él postuló jugándose el todo por el todo. Las entrevistas de Fulbright, el agua debajo del puente y, sobretodo, el viaje a LA le sirvieron para hacer una postulación excelente y sólida (¡y no lo digo yo!). A pesar de que esperábamos los resultados para fines de julio, el 25 de mayo recibimos la llamada anhelada; le habían otorgado la beca y quedó 7 en un ranking de 309 seleccionados. Felicidad máxima. Aunque no puedo dejar de hacer incapié en lo charcha del sistema de selección. La verdad es que si bien la postulación fue mejor que en los años anteriores, el cv de mi marido jamás cambió radicalmente y de ser rechazado en dos oportunidades, pasó a ser número 7 demostrando una tremenda inconsistencia.
En todo caso, como para Dios todo es redondito, tengo que mencionar que Marcelo alcanzará justito a terminar su Magíster (en Ciencias de la Computación) porque espera poder defender a fines de julio. A ése Magíster está sujeta la Fulbright, sin ese Magíster no habría logrado lo logrado (porque es una herramienta que hace muy interesante su cv, no sólo por el conocimiento garantizado, sino porque demuestra una consistencia y consecuencia en la orientación de su carrera y metas). Y por lo demás, un Magíster que también estudió becado y que comenzó, como yo, en paralelo a sus últimos estudios de pregrado. Jajaja, ahora que me estoy acordanto incluso gracias al Magíster Marcelo convalidó a última hora Computación Paralela, el electivo que te faltaba para terminar el pregrado. ¡Ah sí! Y gracias al Magíster también Marcelo conoció a la profe Andrea, quien siedo Fulbrighter y directora del Departamento y el Doctorado en la UdeC, escribió las cartas de recomendación, para las becas y la admisión en USA, que determinaron nuestra historia. Al recordar y escribir me sorprendo yo misma de la envergadura de los acontecimientos, incluso de los que no parecen tan trascendentales.
Comento que una de las cosas impactantes de toda esta hazaña fue la historia de Marcelo. Acá en Chile no le daban la beca, pero en USA lo recibieron con los brazos abiertos. Uno de los profesores a los que le escribió le dijo lo que resume todo "You are exactly the guy we are looking for..." Así fue bienvenido mi washito en todos lados. Es increíble como para los gringos el cv de Marcelo se considera consecuente y dirigido a la meta del doctorado en Systems Engineering, en cambio para los chilenos, retrógrados como somos, parece un cv "saltarín" y que refleja indecisión. Tal vez todo-todo, estaba contemplado en Su plan.
La semana pasada nos acaban de avisar que está todo ok con la casita. Vamos a vivir en el campus grande de la U. en New Brunswick. En un duplex (departamento de dos pisos) con cocina y living-comedor abajo y dos dormitorios y baño arriba. Es bastante grande y completamente amoblado. Queda en el segundo y tercer piso de un edificio de tres pisos. La dirección es: 93 Marvin Lane, Piscataway, NJ 08854. ¡Estamos contentitos! Nos reciben desde el 15 de agosto en adelante.
Ha pasado un montón de agua bajo nuestro puente. ¡Me acuerdo de nuestras entrevistas para la Fulbright! A mí, me juzgaba, obvio, porque el panel de Políticas Públicas no comprende que un ingeniero quiera dedicarse a lo social. Me acuerdo que el viejito que
parecía llevarla en el panel y que para mala pata parecía ser de mi área me dijo que mi tesis estaba errónea porque se basaba en la dependencia acoplada de crecimiento entre el PIB y el consumo energético en países subdesarrollados, y en la independencia en el caso de los desarrollados. Me dijo que yo estaba equivocada, que quién me había dicho eso ("un profe, le dije"), que él había estado recién en China y que ése era precisamente un país que se salía de la regla. Me acuerdo también que al terminar la entrevista, el tipo pidió 5 min más para decirme algo (a lo que la Karina accedió de mala gana). Me ayudó a reenfocar mi proyecto de tesis doctoral y me dijo que yo tenía razón al pensar que la ingeniería se pone al servicio de la sociedad a través de la gestión tecnológica y de las políticas públicas asociadas a ello, que en la gestión de tecnología esta la veta que puede explotarse para mejorar la calidad de vida de las personas,"así que tú estás bien enfocada", me dijo. Cuando Marcelo fue a su entrevista también lo destruyeron y pensó que no le darían la beca. El mandamás del panel le refutó todo lo que dijo. Incluso nos demoramos un par de días en abrir el correo porque le habían respondido demasiado rápido y eso nos daba mala espina. Siempre nos falta fe.
Cómo se viene todo ahoraAhora sí estamos "a pate" con Marcelo; los dos somos Fulbrighters y los dos tenemos la BecaChile. ¿Parece un sueño, no? Lo es... Parece mentira que venimos soñando esto desde hace tanto y por fin podemos decir que ya no queda nada (visas, armar maletas y despedidas)... Tantos años de prepararnos y otros tantos de postulaciones, ¡si recién ayer descorchamos un tintito a la salud de este sueño cuasi concretado! Y los dos tenemos las dos becas, quedamos juntos en la U., en un lugar espectacularsh (en la capital del mundo, ¡nada menos!), y vamos a estudiar cada uno el doctorado que soñó; yo en poíticas públicas (¡y era imposible!) y Marcelo en sistemas de ingeniería, tal como lo soñamos (¡y para colmo nos esperan/ reciben con tanto cariño!). Al Señor toda la gloria de este milagro.
Y aclaro: Pudiese ser que todo se hubiera dado, en este inmenso abanico de posibilidades, justo-justo de esta forma tan favorable en que terminó dándose. Pudiera ser que sólo fue una racha de buena suerte. Yo elijo creer que fue Dios el que me regaló este milagro. (Aunque ahora, después de toda esta historia ya no creo fervientemente como antes en la idea romántica de que todo esté escrito para mí, sino que tal vez Dios nos ofrece un gran mar de posibilidades a escoger.)
En su infinita sabiduría, Dios nos negó y nos dio. Este es el tiempo del Señor, estoy segura. El deseo de todo esto y la garra, la puso Él en nuestro corazón al pricipio y Él mismo nos dará la fortaleza para lograrlo, ¡y es que esto es sólo el comienzo, señores!. Todavía falta lo más importante; el doctorado. Una vez, hace una porrada de años, escuché a una niña en la U. decir a propósito de unos niños de colegio que deambulaban visitando la U. -¡Éstos no se dan cuenta que uno al principio quiere puro entrar, y después no haya cómo hacerlo porque quiere puero salir!-.
Aunque se supone que "todas las cosas nos ayudan a bien", tal vez si desde el principio hubiésemos esperado el tiempo del Señor no habríamos sufrido taaanto en el camino. Tal vez, aunque nunca tendremos la oportunidad de reescribir la historia como para averiguarlo. Cuando vivimos todo ese lujo innecesario que el Señor nos regaló en nuestro matri, creímos que el Señor nos estaba entrenando en el camino de la fe, de saltar al vacío. Pero reconozco que mi imperfección me llevó al urgimiento y la tristeza innecesarios.
El jueves que recién pasó firmamos nuestros convenios así es que ya tenemos nuestros pasajes. El 20 de agosto nos vamos. Comienza una nueva etapa en nuestra vida.
Cuando escribo esto no puedo evitar acordarme de una de las tres historias de Steve Jobs en su discurso en Stanford: "Conecting the dots" (Conectando los puntos). Decía el tremendo genio que sólo se pueden conectar los puntos hacia atrás... hoy día digo lo mismo.
Con cariño,
Carla.