Esta tierra está hecha una porquería, ¡y tan linda que es! Todo, todo se está volviendo un asco gracias a la maravillosa performace del homo sapiens (¡qué nos restaría si fuera homo estupidus!).
Los que me animan día a día
En Chilito lindo y querido la gente últimamente se ha estado sublevando. En eso es bueno que la derecha (y su egoísmo característico de siempre) haya llegado al poder, porque parece que a la gente le dan más ganas de protestar con la derecha, parece que ahora sí se dan cuenta que los están cagando... ¿y por qué ahora? si siempre los han estado cagando de lo lindo... ¡sabe dios! Por eso es bueno esto de la derecha, decía, la gente se ha estado levantando en todas partes. Por momentos parece ser que la población se ha estado concientizando, pero ¿y por qué? ¿por qué justo ahora resulta que la población se concientizó? Se me ocurre que se logró una masa suficientemente educada y descontenta, pero es sólo una hipótesis y habría que probarla.
Lo cierto es que cada vez hay más protestas, y cada vez que los veo protestar me alegro y pienso, ¡mal momento eligieron para protestar estos compañeros! Creo que bajo un gobierno de la concerta definitivamente habrían habido más oportunidades de cambiar algo (aunque no meto mis manos al fuego por esta suposición), pero ahora con la derecha reinante está, sencillamente difícil la cosa, porque el conflicto es más bien un conflicto ideológico, señores, no es otra cosa. Al menos con una presidenta socialista, como la de reciencito, las masas pobres le habrían podido llegar al corazón creo yo (aunque tampoco pongo mis manos en el fuego por esto). Piñera ya lo tiene de piedra (¡el corazón!), así es que ¡mal momento compañeros!
Bueno, me alegro porque son estos inútiles subersivos los que me avivan la esperanza de que algún día este mundo cambie. Mi mundo es pequeño, ¿saben? No conozco demasiado, mi no-sé-que-no-sé es todavía tan gigantesco que no me puedo parar frente al mundo y hacerme una idea general de él. Veo apenas trocitos, pedazitos cegatones que jamás me permitirán ver el panorama completito. Pero algo cacho, compañeros. Y a pesar de mi ceguera me doy cuenta de lo mal que está pelao el chancho aquí y en la quebrá del ají. Todo por culpa de la miseria y el egoísmo humano. Un asco, pero lo peor no es eso, lo peor es que es un asco en estado estacionario que ni piensa cambiar... ¡y en medio de este asco todo el mundo ama el status quo!, así es parece que tenemos pocas esperanzas.
El mundo en que vivimos
La verdad sea dicha. Vivimos en un asqueroso sistema, inside the matrix, completamente, y nadie parece darse cuenta. Y los que lo notan se hacen los huevones y los que no lo notan son huevones. ¡Quién cresta nos gobierna! ¡Quién cresta osa ser nuestro dios! No me vengan a decir que es "el dinero", aquí hay gente, señores. Estamos inmersos en este sistema hasta la cabeza, pero aquí hay victoriosos... no es mera cosa del azar, ¿vieron The fever? Pues resulta que los que llegaron primero tienen más derecho que los más jóvenes, ¿cierto? ¡Claro! ¡pero si hay una razón tan obvia detrás de eso! No la hay. Es más simple de lo que parece: algunos llegaron antes y lo repartieron todo y resulta que nosotros los que vinimos después cagamos, por los errores del pasado. Naa, los hombres nacemos libres e iguales, nacemos con derecho a salud y educación y con el msimo derecho a pensar diferente y con el derecho de no dañar a otros. Eso parece que todo el mundo lo acepta cuando se enfrenta a la declaración universal de derechos, pero son re-poquitos los que se visten con esa filosofía.
Los grandes magnates de la tierra no me dan más que asco. No vayan a pensar, mis inocentes amigos, que esto es producto del azar, no lo es, hay culpables. Son los magnates, los cerdos egoístas que no pueden dejar de acaparar... acaparar, acaparar y acaparar... Así pues, acumulan y acumulan en sus enormes sacos, ¿qué juntan? Juntan unos pedacitos pequeños de metal y de papeles, y ahora resulta que juntan un número en algún lado, que al final sólo se traduce en un equivalente en oro, ¡quién dijo que el oro gobernaría la tierra, amigos! Lo peor, y disculpen la manera de decirlo, es que nosotros, los muy ahuevonados se las compramos, les damos la razón porque ellos tienen esos metalcitos que todo el resto, que no los tiene, valida. Basta con que todos comprediéramos la irracionalidad de todo esto y que dejaramos de validar así de sencillamente los metalcitos y ya. El hombre, el pueblo, tiene el poder, el problema es que no sabe que lo tiene.
¿Y cómo devolverle el poder al pueblo? "Educándolo" parece ser la única respuesta. Hay que decirle al hombre que él es el que tiene el poder (parece que nadie se lo dice) y enseñarle a organizarse. Pero, ¿educar al pueblo? ¡Jamás!, y nos quedamos sin conciencia, y hasta ahí llegamos... y ahí seguimos, ahí estamos. Nuestra gente no sabe que tiene el poder de cambiar todo... entonces no tiene ese poder, no conoce el poder de la revolución, no conoce la revolución.
(En todo caso, yo no estoy por la anarquía, amigos, déjenme aclarar... yo estoy por la justicia y por la igualdad, por la igualdad de derechos y oportunidades. Todavía creo ilusamente en esa ilusión.)
Así es que, así, ignorantes de revolución, seguimos a diario como a diario. Todos se levantan como todos los días y caminan como zombies a sus trabajos. Luchan, sí, luchan por tener un lugar en el sistema, luchan por su felicidad que creen que conseguirán cuando logren suficiente $$$, o estabilidad, o un futuro mejor para sus hijos. Luchan por darles cabida a sus familias en el sistema. Son parte del sistema, de hecho, la montonera de zombies es fundamental, sin ellos este mundo irreal no se sustenta. Los necesitan, los necesitan para que se la compren, para que trabajen por los poderosos para que sufran y luchen por su felicidad... porque su trabajo es el que paga la ociocidad e insustentabilidad de los de arriba.
"Capitalistas de mierda", dijo alguien en la micro el otro día. Cierto. Permítanme decir también que yo podría llegar a "justificar" y "entender" toda esta teoría del libremercado y la autoregulación chamullenta, así como para perdonarles este "mal entendido" de tantos años, puedo incluso llegar a comprender que lo que tienen lo tienen porque "se han sacrificado tantos años", que lo tienen porque "lo merecen más que otros"... incluso les podría conceder seguir jugando este juego de las moneditas y los billetes "por el bien del orden y asímismo de la humanidad".. entiendo que resulta que alguna vez fueron "elegidos" para llegar antes, para gobernar, para reinar... podría llegar a comprender inclusive que ellos tienen lo que se su "clase" se esfrozó por conseguir, y hasta podría llegar a entender que para conservar ese orden y esas tradiciones "tan sagradas" y valiosas es que no quieren educar a la gente... pero nunca les voy a perdonar el egoísmo y la miseria de privar de salud a la gente. Son montones los que no tienen derecho a curas ya existentes, son montones los que mueren por falta de recursos, son montones los que llevan vidas miserables existiendo la tecnología que les permitiría hacer una vida casi normal. Y la gente vive rogando y Farkas es el único que esperamos pueda apiadarse de uno de los nuestros.
Y me hierve aún más la sangre cuando pienso que a los simples mortales no se les concede siquiera la dignidad de decidir lo propio, la libertad de decidir en libertad de culto. Siempre lo he dicho, si Jesús jamás se ha impuesto, y es Dios mismo el que ofrece el libre albedrío, por qué cresta en este país los senadores, los católicos y los canutos se creen con el derecho a decidir por otros, ¡que cada uno haga según le parezca, caramba! Y esto de ahora último de la ley talibana de la tolerancia cero también me parece el colmo. ¡Si los que tomaban antes con moderación son los mismos que ahora no beben ni una gota, y asimismo los que manejaban curados los siguen haciendo! Al final la clase trabajadora que no se puede dar el lujo de tener chofer ni de pagar taxis a destajo es la única que termina perjudicada.
Así es que, como ven, sueño ser una revolucionaria. Déjenme explicarme. Estoy por la revolución porque hasta ahora la democracia no ha más que demostrado que no se la puede. Simplemente no es capaz de cambiar las cosas. La democracia no es para sociedades tan desiguales como la nuestra. OMG! No vayan a pensar que tengo mente de dictador (¡Dios me libre de las andanzas de Pinocho!), no es eso. Primero se necesita un poquito de igualdad, después democracia. Así pues, para cambiar las cosas lo que acá hace falta es una buena revolución.
Y, déjenme decirlo, creo que en el poco tiempo que he vivido me he enrostrado a mí misma la maldad y la miseria humana. Por eso, no creo ya simplemente en la revolución pacífica (por loable que haya sido Gandhi), creo en la revolución a cómo dé lugar. Pacífica y no. ¿El fin justifica los medios? No, es sólo este un caso particular en el que creo que a lo mejor la revolución armada podría ser la solución (un amigo le decía a otro "¿Crees que de pronto un día Longueira se levantará, pedirá perdón y se hará un harakiri?"). Déjenme ponerlo así: ahora pienso que un puñado de nosotros tal vez seríamos honrados si fuésemos cambiados por el bienestar de miles. Si Daniel Zamudio estuviera desde su cielo observando el levantamiento bacanoso que originó su muerte, no sé si preferiría volver el tiempo atrás y elegir vivir.
Hablando de discriminación. Quisiera comentar que siempre he sido bolivariana, aunque más que por la idea del gran imperio poderoso de los desvalidos, por la idea de la unión y la no discriminación, el amor, la paz (¡que palabra más manoseada!), la igualdad, la solidaridad y la justicia. Necesitamos urgentemente estados solidarios. A propósito, odio esa necesidad del hombre de abanderarse... algo que me apesta sobremanera son esas contiendas futbolísticas... lo encuentro un gran sin sentido, principalmente porque uno se puede cambiar de equipo cuando se le da la gana y salir victorioso, o tuvo la "fortuna" de caer en el equipo que más lucas maneja. Y han de saber que el que más lucas maneja es el que en general recibe más triunfos, tremenda novedad en una sociedad capitalista y asquerosa como esta.
Yo en el mundo
Nunca fue mi sueño ni casarme ni tener familia, los hijos nunca fueron una meta para mí, y es que esta tierra ya está bastante poblada y todo esto es insustentable. No, mi contribución en número es prescindible. Yo quiero hacer algo por todo esto porque no quiero vivir como zombie, porque en realidad no puedo... para vivir como zombie refiero morir, no quiero seguirle el jueguito a este sistema apestoso que enriquece a unos pocos y hace sufrir a las grandes masas. Yo quiero contribuir a cambiar en algo toda esta porquería... mi esposo me decía "... puedes unirte a un grupo guerrillero, si lo que quieres es luchar...", pero la verdad es que no puedo, ni a un grupo guerrillero ni a un partido político. Todos tienen puras ideas viejas, y aquí lo que necesitamos son ideas nuevas, originales, adaptadas a la realidad chilensis, a la realidad de lationoamérica y las otras comunidades.
Yo quiero, entonces, estudiar, quiero estudiar para ofrecer nuevas soluciones, ideas nuevas para el mundo... por éso quiero tanto ese doctorado en public policy por el que tanto me he esforzado, porque me va a dar más mundo, me va a proporcionar el conocimiento que necesito para proponer ideas nuevas... y además me va a dar un cartón que me acredite, entonces cuando proponga ideas nuevas voy a ser capaz de convencer, en esta sociedad que todo lo mide en función del área de los cartones y el volumen de los papeles. Y si todo el plan fracasa y mi cerebro también se seca, entonces al menos quiero enseñar, formar a algunos que algún día se levanten pro del hombre, concientes de que el futuro no descanza en las rodillas de los dioses como dijo Galeano, sino que es un desafío candente en las conciencias de los hombres.
Como dije en mis cartas (Fulbright sabe a que cartas me refiero), ese doctorado para mí es más que un deseo, es una necesidad. Muchos queridos me dicen, ¿crees que nosotros no estamos concientes de todo eso que hablas? Y mi respuesta es simple; seguro más de alguno se ha preguntado todo esto, pero todos han concluído seguir jugando el juego de los zombies porque es la única realidad que existe. Ustedes pueden vivir entendiendo la realidad y finjiendo no entenderla... y tratando de afectar a unos pocos, como suelen defender, ¡la única forma de cambiar el mundo no es a lo grande, Carla! Uno puede afectar de varias maneras a la gente. No, acá necesitamos un cambio y uno radical... necesitamos revolución, y de nuevo decía Galeano, latinoamérica tendrá que empezar a derribar a sus dueños país por país. Y yo voy por la vía pacífica y también por la armada, porque ya estoy harta de todo esto. Los egoístas, los déspotas, han arrasado con todo y no tienen piedad. En Chile, amigos, hasta las farmacias se coluden a costa de la gente porque sus dueños son cerdos descorazonados sin respeto y sin valores. Yo no puedo jugar el juego de los zombies, simplemente no puedo... ya lo dije, antes he de morir.
En fin, como sea: cambiemos este mundo, por favor. Sí se puede, siempre se ha podido, y es más fácil de lo que parece...
Por favor, despertad.
1 comentario:
Bertold Brecht dijo: "El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla es un criminal."
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