viernes, 26 de febrero de 2010

T.I.A. (This is África)

[Al abrir los ojos hoy, como a diario, comienzo a soñar... y sueño que me atan alas blancas grandotas a la espalda y vuelo... vuelo a acompañar a quienes me necesitan, a esos que me he esforzado por no escuchar. Vuelo por Latinoamérica, al Caribe, a África. Me sueño valiente, decidida... me sueño convencida, me atrevo. Y me despierto, aquí; cómoda, calentita, cobarde. No entristezcas, Carla; mañana serás valiente.]




África es el continente más pobre del mundo. La pobreza se acentúa aún más en el África Subsahariana, "excepto" en Sudáfrica, el que el considerado el país más rico de África y que reporta un 25% del PIB total del continente (a pesar de que los sudafricanos tienen otros problemas, como el racismo).

Los peores problemas del África Subsahariana están lejos de ser la desorganización política y la falta de democracia... es nada menos que el sida y el hambre.

La realidad de África es terrible. Entre sus penas se cuentan la degradación ambiental, el analfabetismo, la violencia, la extrema desigualdad económica y los gobiernos (en su mayoría de facto) que operan como mafias –o simplemente lo son- distribuyendo lo poco o nada que hay. En Ámerica Latina las condiciones son ciertamente mejores que en África, la única realidad que se asemeja a la del continente negro es la de Haití, que es, por lejos, el país más pobre de toda América.

Es triste, el continente negro sufre y no avanza.

¿Por qué, por qué no han salido adelante como otros continentes? ¿Por flojera? ¿Acaso tenían razón los gringos al oprimir a los negros? ¿De veras son una raza inferior, tal como los judíos a los ojos de Hitler? ¿Son los negros menos inteligentes, más tontos... menos personas?

No, no es nada de eso. África está así porque a alguien le conviene que siga así... ¿a quién? A los monstruos, a los grandes monstruos desarrollados. Es el egoísmo, una vez más, el egoísmo de la humanidad, el culpable del desastre de la humanidad. Es el egoísmo de las mafias blancas y las mafias negras el que mantiene sumida a África en la más inhumana pobreza.

[La culpa] Es de los que no han soportado el atraso de su situación (una tierra rica sin explotar) y han querido intervenir. Es de ésos que, como dijo Bolívar refiriéndose a la postura de Europa sobre Américalatina, "No los dejan vivir tranquilos su Edad Media [¡carajo!]". Y ésos les han obligado a insertarse en el libremercado que domina este mundo, y que les exije todo lo que son capaces de producir a cambio de unos cuantos pesos asquerosos. África no es culpable de no haber desarrollado grandes imperios, no lo requirieron, la evolución no lo demandó... y no es pecado haber llegado a ser sólo banda, ni tribu, ni jefatura, en vez de estado. No por eso "necesita" que alguien vaya a (im)poner "orden". Démosles tiempo a nuestros hermanos africanos, ¿quién puede adjudicarse el derecho de decir su futuro?

La culpa es, también, de los blancos que pretenden enriquecerse a costa de los negros, y de los negros que se olvidan de sus compartriotas negros. Es de esas mafias blancas se aprovechan de la falta de cultura de los negros, de los pobres negros africanos... y los convencen, les ofrecen dinero y poder. Y los negros caen, caen como moscas. Sacrifican a su gente por un puñado de monedas [y lo vienen haciendo desde hace tanto tiempo, ¡los hermanos-negros son de África no de Brasil!], y por ese brebaje amargo que calma a sed de poder de sus gargantas. Pecan de ambiciosos (y no tienen justificación), pero también de ignorantes, y es que en África escasean las oportunidades. Tal vez den ganas de decir que los africanos también son culpables, por no organizarse, por no luchar... pero lo cierto es que no tienen la educación necesaria, y a nadie se le puede culpar por su falta de oportunidades.

Y los que más sufren al final del día son los pequeños. Porque en África los niños mueren de hambre y aún las tribus se matan entre ellas, aún luchan por un territorio en vez de aprender a convivir como hermanos. Parece increíble pero muchos grupos aún viven su prehistoria.

Y así es como África se hunde, cada día más, en la más desarrapada pobreza. Las guerras civiles, los golpes de estado, los atentados, el hambre, las enfermedades, la inmundicia, el sida, entre otras cosas, no permiten a los negros hermanos salir adelante.

Pongámonos todos una mano en el corazón. A los que se benefician de los más débiles digo: Leave them alone, please; ya fue suficiente. A nosotros, los pasivos, los que no hacemos nada nos digo: Tenemos una deuda pendiente, compañeros, es hora de actuar.

Es cierto que usualmente la ONU envía misiones al África orientadas, en su mayoría, por la lógica de intervenir para producir consecuencias políticas y crear condiciones de democracia. Ninguna realmente para recomponer el escenario social, económico y político de los países en cuestión. Tal vez sea tiempo de intervenir de otra manera, con otro enfoque.

Entonces, lo digo convencida -Algún día África será una tierra hermosa... se lavarán los campos de ese carmesí que los azora... y de esa misma tierra brotarán la leche y la miel; el día en que dejemos el egoísmo y seamos todos más solidarios, o ellos se aburran y dejen un reguero de sangre que los libere de la opresión-.


Carla.

PD: Recomendaré tres películas para quién no conoce la realidad de África.

- The Constant Gardener (El Jardinero Fiel)

- Blood Diamond (Diamante de Sangre)
- 24 Redemption

martes, 9 de febrero de 2010

Religión y sociedad

[Sí, yo soy cristiana, porque me guío por la doctrina de Cristo, y creo en el Dios creador, el Dios del amor. Y sí, también soy socialista, porque creo en la igualdad, de derechos y de oportunidades.

Sin embargo, enfatizo que no pretendo imponer mi religión y mis credos a nadie. Independientemente de mis creencias y posturas personales, pienso que los demás tienen derecho a creer (en el sentido religioso) lo que quieran. No es que yo sea socialista antes o después de ser cristiana, es sólo que creo en la libertad de pensamiento, expresión y acción (la que termina donde comienza la del otro, of course); yo creo en el libre albedrío para todos.]

Adjunto una columna escrita por Alejandro Canut de Bon, abogado del Observatorio Ciudadano, para el diario virtual El Mostrador. En ella se refleja una opinión que hago mía y que, por lo mismo, reproduzco en éste, mi sitio personal.

Religión y sociedad, por Alejandro Canut de Bon, 16 junio 2009.

En la presente columna nos concentraremos en una diferencia cultural entre Estados Unidos y Europa (y de paso, Chile). En este caso, la que deriva de sus respectivas concepciones religiosas.

Estados Unidos, al igual que Latinoamérica en general, es una cultura más religiosa que la europea (en comparación principalmente con Europa del norte, lo que significa exceptuar España e Italia). Y esto no cambia, a pesar del hecho que Estados Unidos sea mayoritariamente protestante y Latinoamérica sea casi enteramente católica, lo que aparece sólo como un detalle frente a la diferencia ya indicada, y al tema de fondo que deseo destacar aquí; me refiero al rol que socialmente se le asigna a la religión a un lado y otro del Atlántico y la forma en que ésta influye en la vida pública.

Poniendo esto en términos un poco más académicos diría que mientras los americanos son en su mayoría teístas (es decir, creen en un Dios creador del Universo y de todo cuanto existe en él, que nos ha revelado lo que espera de nosotros, que sabe todo cuanto ocurre en la Tierra y que de vez en vez interviene en el curso natural de los acontecimientos para castigarnos o premiarnos), los europeos son en su mayoría deístas (creen en un Dios autor de la naturaleza pero que no ha hecho revelación y que no interviene ni realiza milagro alguno) o panteístas (creen en Dios de manera metafórica, como una suerte de orden y armonía natural del Universo), o derechamente agnósticos o ateos. Esta diferencia se puede explicar históricamente; las dolorosas e infructuosas guerras religiosas vividas en Europa 400 años atrás, las Ilustración y su deísmo, el romanticismo y su panteísmo, o el existencialismo y su corriente atea.

Algunas encuestas demuestran esta diferencia en números: 55% de los norteamericanos creen que Dios creó al hombre (y la Tierra) en su estado actual y un 27% que éste si bien evolucionó, lo hizo guiado por Dios. Sólo un 13% acepta la evolución científicamente hablando. En Europa por el contrario cerca del 70% asigna sólo una interpretación científica al tema. Más de la mitad de los norteamericanos (incluidos muchos políticos, senadores y según muchos la última candidata republicana a la Vicepresidencia) creen -siguiendo las generaciones de la Biblia- que la Tierra tiene 5 mil años de edad (y no 5 mil millones) y que la teoría de la evolución y muchos de los fundamentos de la geología moderna no son más que una falsa hipótesis seudo científica que tarde o temprano demostrará estar errada.

Pero lo interesante de esto no es la diferencia en las creencias en si, sino el como ésta afecta (y a veces infecta) la sociedad en general. Es decir, la influencia que ésta tiene en temas concretos, como por ejemplo en la educación de los menores. En efecto, mientras que en el año 2004 se discutió judicialmente en USA -por segunda vez en el siglo- el rol que debía jugar en la clase de ciencia de los colegios el denominado “creacionismo” -la creencia de que hemos sido creados por un ser superior-, en Europa existe el claro consenso que el creacionismo no tiene espacio en la educación pública. Comprenden estos últimos que la fe, es decir esa certeza absoluta e irracional de que algo es cierto a pesar de carecer de fundamento alguno para ello (recordemos que desde el momento que se cuenta con fundamento racional deja de ser “fe”, y pasa a ser “conocimiento”), es subjetiva, y por lo mismo debe mantenerse en el campo privado y sin consecuencias en la vida pública, y en ningún caso debe inspirar las leyes, ni menos influir en la educación escolar pública. Entienden en resumen -lo que mucho americanos no- que el deber del Estado es promover la educación, no la religión.

Quizás diferencias como estas explican que sólo en Estados Unidos se escuche a un presidente (Bush padre) decir “No sé si los ateos debieran ser considerados patriotas. Esta es una nación bajo Dios”, olvidando por cierto el bello y sabio legado secularista de Jefferson, Franklin, y de la mayoría de los padres fundadores de la independencia norteamericana. Y explique también que mientras el dólar lleva la inscripción “in God we trust“, la libra esterlina lleva impreso -en uno de sus billetes- el rostro de Darwin.

Es curioso pensar que gente en una nación que se ha destacado por llevar el liderazgo en la ciencia, siga tomando en ocasiones de manera literal la Biblia y enseñando a los menores que existe un campo -el religioso- en el que la evidencia racional carece de importancia. En todo caso ellos -los norteamericanos- tienen un mérito que no veo en Chile (ni en el resto de Latinoamérica). En efecto, en Europa la gente sabe que la religión es subjetiva (y por ello la confinan a lo privado). En Estados Unidos ello muchas veces se discute (es decir están conciente que algún límite debe tener la influencia de la religión, pero aún discuten dónde establecerlo). En Chile y en el resto de Latinoamérica el tema muchas veces ni siquiera se discute, lo que lamento pensar significa que ni siquiera se advierte por muchos que un límite debe ser establecido. Se sigue considerando que la fe es una virtud, y se sigue pensando -no por pocos- que la iglesia debe inspirar las leyes, los valores y la educación. Simplemente lamentable.

Comentario personal, por Carla Coronado

Lamento, con Alejandro, que en América Latina se siga pensando por algunos que la religión debe necesariamente influir las leyes, los valores sociales y la educación. Como dije, hago mías sus palabras, y coincido también con lo que expusiera en otras publicaciones: "asumir que las creencias religiosas (o al menos una de ellas) gozan de un estatus especial, que las hace incriticables y merecedoras de respeto intelectual universal, o asumir que todo comentario o crítica a ideas religiosas es una falta de tolerancia y una ofensa personal a los que profesan dichas ideas, es algo que me parece errado".

Viva la libertad de credo, viva la democracia [...y que sea el amor el que triunfe, por sobre todas las cosas.].


Carla, la que se esfuerza por respetar.

lunes, 8 de febrero de 2010

Desarrollo sustentable

[Dedico este trozo al profesor Claudio Meier, quien logró sembrar en mi ser la semilla de la conciencia ambiental y la sustentabilidad. De hecho, los dos primeros puntos de este posteo, corresponden a extractos fieles de los apuntes facilitados por el mismo.]


El mundo en que vivimos

Los problemas ambientales a los cuales se ve enfrentado nuestro planeta surgen por lo insustentable que es el estilo de vida moderno, u occidental, donde se tiene básicamente un crecimiento exponencial de todo. Desgraciadamente, la Tierra es evidentemente finita, con espacio finito, materiales finitos, y energía, bosques, aguas, peces, cultivos, etc. con capacidades de renovación finitas, siempre que se les permita renovarse. Este desbalance entre una población y un consumo en aumento, ante recursos fundamentalmente constantes, causa una presión creciente sobre tales recursos y sobre los sistemas naturales que nos sostienen, generando gran variedad de amenazas ambientales y también de sufrimiento humano.

Nos encontramos hoy en un momento muy interesante de la historia de la humanidad, ya que jamás ha habido tanta gente sobre el planeta, ni se ha consumido tantos recursos. La población mundial alcanzó los 6000 millones de habitantes en el año 2000. Desde 1960 hasta la fecha, ¡se ha doblado la población de la Tierra! (piense bien: en 41 años se acumuló lo mismo que se había logrado desde inicios de la humanidad hasta 1960).

Si bien ya pasamos la tasa de crecimiento máxima (que fue del orden del 2.1 % anual, entre 1962 y 1970), el tamaño de la base (lo que llamaríamos capital si se tratase de una cuenta de ahorro) es tan grande, que la diferencia entre nacimientos y muertes sigue aportando en torno a 77 millones de habitantes más al año, una tasa de crecimiento del orden del 1.24 % anual. En otras palabras, hemos pasado el punto de inflexión: la población sigue creciendo rápidamente, pero al menos lo está haciendo a tasas decrecientes. Otro factor a tomar en cuenta, es que una proporción importante de los 6211 millones de habitantes son jóvenes, que están en, o no han alcanzado aún, sus años fértiles, lo que asegura un crecimiento a futuro. Nótese también que una tasa anual de crecimiento del 2%, que parece baja, implica que se dobla la población cada 35 años.

Lo que queda claro es que el crecimiento de la población se detendrá en el presente siglo. Lo que no sabemos es a qué cifra se llegará (según la ONU, el escenario más probable al año 2050 son nueve mil trescientos millones de habitantes), y si es que la población podrá mantenerse en ese nivel máximo, o sucederá lo mismo que en la Isla de Pascua, con un colapso que implicará la muerte de muchos seres humanos. Esto podría ocurrir si se llegase a superar la capacidad de carga, que se define en general como:

“Número máximo de individuos de una especie que puede mantenerse en un cierto ambiente sin hacer decrecer la capacidad de tal ambiente para seguir manteniendo tal cantidad a futuro”

Para el planeta, sería el número máximo de humanos que pueda sustentar la Tierra indefinidamente (lo que implica que no se haga decrecer su capacidad de regeneración con el tiempo). Esta definición, que proviene de la Ecología, no es fácilmente transferible a seres humanos. Las necesidades de un animal adulto, de una cierta especie, son básicamente las mismas; en cambio, en el caso del hombre, es evidente que son factores culturales los que determinarán cómo un individuo satisfacerá sus necesidades. Por ello, a pesar de lo que digan los amantes de la humanidad (en cuanto a números), no tiene ningún sentido plantear, por ejemplo, que la Tierra puede sustentar 25 mil millones de habitantes. Lo más probable es que ni siquiera pueda soportar los que hay ahora, si viviésemos todos como se vive en EE.UU. o en los países de Europa Occidental. Ahora, si se tuviera un estándar de vida tan bajo como el de la India (algo no deseable, por cierto), queda claro que podríamos ser muchísimos.

El punto queda muy bien descrito en la siguiente cita: “No puedo creer que el principal objetivo de la humanidad sea el establecer, mediante un experimento, cuántos habitantes puede apenas soportar nuestro planeta”.

Las razones esgrimidas para fomentar el crecimiento sin límites de la población son variadas: grupos religiosos fundamentalistas toman las escrituras sagradas al pie de la letra, algunos economistas plantean que no habrá suficiente gente activa para mantener a una población que envejece, militaristas y nacionalistas se lamentan que no habrá suficientes soldados para mandar a la guerra o defender los territorios, la gente en países pobres quiere varios hijos varones para asegurar su vejez, etc.

A pesar de esto, en el mundo occidental hoy en día, poca gente cuestiona la necesidad de controlar el crecimiento de la población. De hecho, ha quedado demostrado una y otra vez que al superar los países un umbral mínimo de ingreso per capita, disminuye bruscamente la natalidad, un fenómeno conocido con el nombre de transición demográfica.

Sin embargo, la enorme mayoría de la gente piensa que no sólo es deseable, sino que además necesario, que siga creciendo la economía, lo cual evidentemente plantea otro tipo de problema, que tiene que ver no con cuántos consuman, sino que con cuánto consume cada uno...

Un niño que nace hoy en un país industrializado consumirá y agregará más polución durante su vida que unos 30 a 50 niños nacidos en países en vías de desarrollo. Esta “huella ecológica” de los más ricos es mucho más profunda que la de los pobres, y en muchos casos excede la capacidad de regeneración de la Tierra.

El consumo en el mundo ha aumentado en más de 100% desde 1970, pero el incremento ha ocurrido principalmente en los países más ricos. Sólo en el siglo XX, la economía mundial (el valor de todos los bienes y servicios producidos) creció 17 veces (4.4 veces per capita). El crecimiento económico entre 1995 y 1998 excedió TODO el crecimiento previo a 1900. El del año 1997 excedió el del siglo XVII.

De hecho, desde 1950 a la fecha, a nivel mundial:

- el consumo per capita de cobre, energía, carne, acero, madera se ha multiplicado aproximadamente x2
- el número de autos y el consumo de cemento per capita x4
- el consumo de aluminio per capita x7
- la distancia volada per capita x33

Sin embargo, este enorme incremento en la producción de bienes de consumo no ha beneficiado en forma pareja a todos los habitantes del planeta. De hecho, jamás ha habido tanta gente pasando hambre (en cifras absolutas) como hoy [ver publicación La repartija en este mismo blog. Muchos de los “avances” de los que gozan los consumidores (el quinto más rico de la humanidad), como el hecho de tener casi un auto por adulto, los bienes desechables, el poder comer carne a diario, etc. son realmente insustentables en el largo plazo, aunque no se incrementasen sus números. Si se plantea que los más pobres deben mejorar su estándar de vida, de manera de llegar a vivir mejor, la cosa se complica desde el punto de vista ambiental, aunque lo anterior sea ineludible desde una perspectiva ética.

Los países más ricos del mundo tienen un 20% de la población mundial, y consumen el 90% de todos los recursos, mientras que el 20% más pobre de los habitantes debe subsistir con sólo el 2% de los recursos. Un niño que nace hoy en un país industrializado consumirá y agregará más polución durante su vida que unos 30 a 50 niños nacidos en países en vías de desarrollo. Esta "huella ecológica” de los más ricos es mucho más profunda que la de los pobres, y en muchos casos excede la capacidad de regeneración de la Tierra.

No hay duda el crecimiento económico nos ha permitido (a algunos) vivir más y mejor, pero también es cierto que por sobre un cierto umbral, la relación entre riqueza y calidad de vida deja de tener sentido (felicidad, necesidades, satisfactores de las necesidades). La pregunta obvia es: ¿qué tanto necesitamos para llegar a ser felices? o más bien, ¿con cuánto nos basta?

Tres conceptos fundamentales

Los ambientalistas son personas, que han cambiado su visión de mundo a través de una apreciación de un enfoque global, serio, y holístico, de los problemas del ambiente.

Pueden reconocerse diferentes tendencias, entre ellas:

- Conservacionismo: Uso, manejo, y protección de los recursos de manera que estos sean disponibles en forma sustentable para las generaciones presentes y futuras. Manejo de los recursos según el principio del uso múltiple. Es el enfoque más utilitario, que predica gestionar la naturaleza para el beneficio del hombre.

- Preservacionismo: Plantea limitar el uso humano de algunos recursos importantes, como áreas de zonas silvestres, estuarios, humedales, etc… Pretende proteger estos recursos de las actividades humanas y del "desarrollo", con excepción de la recreación no destructiva, la educación, y la investigación.

- Ecologismo profundo: Propone que la naturaleza existe para todas las especies vivas, no sólo para el hombre. Los humanos no somos más importantes que cualquiera de las demás especies; somos parte de la naturaleza, no conquistadores de ella. Es el enfoque más espiritual, que predica el biocentrismo en vez del antropocentrismo, y considera la destrucción del ambiente como pecado contra la creación.

Mi postura política socio-ambiental

Yo estoy por un conservacionismo+preservacionismo, según las definiciones que adjunté más arriba. Estoy por un desarrollo sustentable, pero además, por la preservación de la naturaleza intacta en ciertas zonas delimitadas.

También creo que jamás deben desatenderse las externalidades negativas que provocan los impactos ambientales. Sombre todo en materia social, de hecho, hoy se habla de problemas socio-ambientales al referirse a los anteriormente llamados problemas ambientales.

De la contingencia ambiental del Chile actual

El problema que vivimos en el Chile de hoy, según mi humilde opinión, es que no logramos asimilar el concepto de desarrollo sustentable. Por ejemplo, las centrales hidroeléctricas que se han propuesto construir en nuestra Patagonia son del "tipo" de las que se dejaron de construir en los años '40 en USA (lo digo con conocimiento de causa, of course). No niego que necesitamos más energía, pero también tenemos que proteger nuestro medio, nuestro ambiente. A mi juicio, y tomo mi opinión de un doctor especialista en ambiente, se necesitan proyectos ambientalmente más amigables... y profundos estudios de impacto ambiental (de calidad).

En resumen, para "sanear" la cosa hay que meterle más lucas (para estudios y propuestas), creo yo y es una humilde opinión semi-ignorante, lucas en beneficio de nuestro entorno, de nosotros. Todo, acompañado de santuarios de la naturaleza que se preserven intactos, que permitan conservar lo nuestro sin intervenciones. Éstas son sólo opiniones, hacen falta estudios de calidad en el tema, hace falta menos egoísmo y más lucas (más solidaridad, más amor)... que, a las finales, son lo que siempre hace falta. Lamentablemente, para los que toman decisiones la cosa siempre tiende a inclinarse por "más lucas hoy" en el bolsillo, que "más lucas mañana" en el bolsillo y/o en el corazón.

Hay quienes defienden la idea de priorizar las necesidades de primera/segunda generación, por sobre las de segunda/tercera... lo respeto, es una decisión complicada, dolorosa.

Hay quienes exigen consecuencia a los ambientalistas (ecologistas-profundos), demanda que comparto...

A mí modo de ver es necesario abrir un diálogo amplio, donde estemos dispuestos a transar y a dejar el egoísmo de lado, a exponer ideas, a escucharnos unos a otros... a poner en la balanza y decidir juntos. Si vivimos en democracia, hemos de ser capaces de practicarla.

Entonces lo repito para no olvidarlo: La clave está en menos egoísmo y más corazón.


Carla.

domingo, 7 de febrero de 2010

La repartija [¡Ta' mal pelao' el chancho, ¿ah?!]

[Tantas veces preferiría la ignorancia a la realidad... el conocimiento acrecenta cada día la carga de mi espalda (cuando leo una noticia, un reportaje, (ad)miro una foto, veo una película), y es que el conocimiento me hace reponsable... y sigo aquí, tecleando, viviendo...

Por otro lado, a mayor conocimiento, mayores herramientas y posibilidades de hacer algo. Pero, ¿y si no se hace nada?...]


Así está la cosa

El consumo en el mundo ha aumentado en más de 100% desde 1970, pero el incremento ha ocurrido principalmente en los países más ricos. Más de la mitad de la población mundial vive con menos de dos dólares diarios (menos de $40.000 al mes), y un quinto vive con menos de un dolar diario, en una condición de pobreza absoluta.

Sólo en el siglo XX, la economía mundial (el valor de todos los bienes y servicios producidos) creció 17 veces (4.4 veces per capita). El crecimiento económico entre 1995 y 1998 excedió TODO el crecimiento previo a 1900. El del año 1997 excedió el del siglo XVII.

Sin embargo, este enorme incremento en la producción de bienes de consumo no ha beneficiado en forma pareja a todos los habitantes del planeta. De hecho, jamás ha habido tanta gente pasando hambre (en cifras absolutas) como hoy. La tabla más abajo es una clasificación muy simple de los 6000 millones de habitantes en tres niveles de consumo.


La triste verdad es que hace ya varias décadas que los países más ricos siguen haciéndose cada vez más ricos, distanciándose más y más de los más pobres; cada día no sólo hay más riqueza, sino que más disparidad. Además, el 95% del crecimiento poblacional en el siglo XXI ocurrirá en los países más pobres, agravando los problemas para los que ya tienen menos.

Los países más ricos del mundo tienen un 20% de la población mundial, y consumen el 90% de todos los recursos, mientras que el 20% más pobre de los habitantes debe subsistir con sólo el 2% de los recursos.

En Chile, nuestro país, las clases media-alta y alta pertenecen al club de los consumidores, las clases media-baja y baja al grupo de ingresos medios. La clase media propiamente tal está entre esos dos niveles, y hay un porcentaje muy reducido de chilenos que son tan pobres como para poder incluirlos en el tercer grupo.

En Chile, la pobreza se entiende como una situación que vulnera los derechos de las personas y relativiza su ciudadanía, al atentar directamente contra el principio de igualdad y no discriminación, derechos básicos que deben ser garantizados a todos. Aquí, la pobreza se atiende como una situación de insatisfacción de ciertas necesidades básicas y de carencia de oportunidades. En otros lugares, la pobreza implica morir de hambre.

Problemas de primera, segunda y tercera generación...

En Chile surge, de tanto en tanto, el siguiente dilema: "problemas urgentes (de primera/segunda generación) vs. crecimiento/desarrollo (de tercera generación)". Lo descrito constituye un problema no menor, una decisión difícil [¿para quién serán las lucas?]. Hay quienes priorizan las necesidades de primera generación, hay otros, que están por crecimiento...

Y miro a Chile, mi tierra querida, y veo un Chile en vías de desarrollo, un país que ya no lucha por las demandas del pasado... el Chile que hoy soñamos no es el mismo que soñáramos antaño; hemos crecido. Han surgido nuevas necesidades, hay otras que aún están pendientes. A mi juicio, no está mal querer crecer, tampoco condeno/apoyo a quienes optan por las necesidades fundamentales; es cuestión de política...

Sin embargo, mientras nosotros, los ingleses de latinoamérica, nos sumergimos en cultura y admiramos a La Pequeña Gigante y su Tío Escafandra [cultura, "tercera generación"], en Haití los pobre negros, nuestros hermanos, se mueren de hambre.

No me malinterpreten. No estoy en contra del avance de los pueblos. No estoy en contra del desarrollo (sustentable), porque es el desarrollo (sustentable) el que trae mejor calidad de vida para nuestra gente...

Sin embargo, si miramos las cifras, deberíamos entrever que, al menos en Chile, (casi)todos somos culpables de la repartija... tal vez unos más que otros. Con todo, no considero condenable el deseo de una persona de surgir, ni de mejorar la calidad de vida (y por ende la comodidad) suya y de su familia. Si esa persona opta por mayor conciencia, bien, si no lo hace, pues no la culpo.

Y pienso en el porqué de todo esto...

Alguna vez alguien inventó que Dios mismo le había asignado poder y le había nombrado como su representante en la tierra, y que era dueño de ella, incluso de los que vivían en ella. Y se impuso por la fuerza y todos le creímos... y hasta el día de hoy, valoramos los metalcitos marcados y los papeles con monitos.

No pretendo iniciar una revolución destructiva... no tengo nada en contra de los papeles con monitos que tanto valoramos. Y es que somos nosotros los que los validamos, nosotros somos los que aceptamos esta repartija injusta que alguien hizo alguna vez, como si fuera un designio divino. Hasta yo misma pienso que el comunismo, la repartija original más justa de todas, es utópica. Tal vez no sea tan así, como planteó Arrate hace poco, la cuestión está en organizarnos y en querer. No hay riqueza distribuída divinamente... ojalá algún día cumplamos el sueño de revelarnos contra todo esto.

Esta es la humanidad de la que me avergüenzo

Adjunto algunas cifras impactantes:

- Mientras que el 20% de la población mundial detenta el 90% de las riquezas, más de 1.000 millones de seres humanos viven con menos de un dólar al día, y 2.800 millones, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos de 2 dólares al día.
- 448 millones de niños y niñas sufren desnutrición y en África subsahariana, una persona de cada tres sufre hambre crónica.
- Un niño de cada cinco no tiene acceso a la educación primaria y 876 millones deadultos son analfabetos, de los cuales dos tercios son mujeres.
- El 80% de las personas refugiadas son mujeres y niños.
- Cada día, 30.000 niños de menos de 5 años mueren de enfermedades que podrían haber sido evitadas y en los países en desarrollo, un niño de cada diez no llegará a cumplir los 5 años.
- Más de 500.000 mujeres mueren cada año durante el embarazo o en el parto.
- 42 millones de personas viven con el VIH/SIDA, de las cuales 39 millones viven en países en desarrollo. En África Subsahariana es la principal causa de fallecimiento y en 2020, algunos países africanos podrían haber perdido la cuarta parte de su población activa por el virus.
- Más de 1.000 millones de personas no tienen acceso a agua salubre y en África Subsahariana, cerca de la mitad de la población no tiene acceso al agua potable.
- 2.400 millones de personas se ven privadas de instalaciones sanitarias satisfactorias.

Y al mismo tiempo, los magnates de la revista Forbes , los pleonéxicos [ver anexo final], acaparan la riqueza del resto sin motivo relevante, por el único afán de acumular poder y más poder. Cuándo tus hijos turistean en el espacio, y TODOS los tuyos son ricos, ¿qué más te queda? ¿qué haces? ¿te comes la plata? ¿te compras la felicidad? ¡Ta' mal pelao' el chancho, ¿ah?!

¿Quién es el culpable? ¿Dios y su libre albedrío? No, somos nosotros; la humanidad y su asqueroso egoísmo.

Y sí, somos todos culpables; los "activos" (que acaparan inescrupulosamente) y los "pasivos" (los que aceptamos el sistema y nos liberamos de culpa... por no trabajar, por no movilizarnos, por no solidarizar).

Yo misma tengo la culpa. Y eso que no tengo "donde caerme muerta", y es que la pobreza, como dije, no es la misma en todos lados... reconozco, con humildad, que me como la comida de otro y que no hago nada por esta injusticia que nos oprime.

Éste, señores, es el mundo en que vivimos... ¿acaso no les da asco como a mí? ¿acaso no preferirían, como yo, vivir en la ignorancia antes que conocer esta realidad y no hacer nada? Se me cae la cara de vergüenza... conozco y vivo, vivo como siempre.


Carla, la que quiere postergarse para amar.

Nota: Los datos citados han sido extraídos de materiales publicados por la organización de Naciones Unidas.

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Anexo: Pleonexia

Pleonexia o pleonexy. It roughly corresponds to greed, covetousness, or avarice, and is strictly defined as "the insatiable desire to have what rightfully belongs to others", suggesting what Ritenbaugh describes as "ruthless self-seeking and an arrogant assumption that others and things exist for one's own benefit"

William Barclay describes pleonexia as an "accursed love of having", which "will pursue its own interests with complete disregard for the rights of others, and even for the considerations of common humanity". He labels it an aggressive vice that operates in three spheres of life. In the material sphere involves "grasping at money and goods, regardless of honour and honesty". In the ethical sphere it is "the ambition which tramples on others to gain something which is not properly meant for it". In the moral sphere, it is "the unbridled lust which takes its pleasure where it has no right to take".

In discussing the philosophy of Aristotle, who insisted in his Nicomachean Ethics that all specifically unjust actions are motivated by pleonexia, Kraut discusses pleonexia and equates it to epichairekakia, the Greek version of schadenfreude, stating that inherent in pleonexia is the appeal of acting unjustly at the expense of others.

viernes, 5 de febrero de 2010

Dos relatos

[Siempre hay sueños y proyectos futuros, y metas idílicas... y momentos memorables que recordamos con nostalgia. Con todo, lo único que existe verdaderamente es el presente. Ya lo dijo Sor Teresa de Calcuta -El mejor momento es ahora; el mejor día, hoy-.
En el afán de conservar en la retina el Carpe Diem, adjunto dos relatos... con el fin único de que tú y yo jamás olvidemos disfrutar cada momento, cada persona, cada ser, cada textura, cada olor, cada sonido... cada caricia, cada abrazo.
]



Relato 1: La letra olvidada, de Christián Warnken, publicada el 29 de octubre de 2009.

Una profesora hizo la clase más hermosa de toda su vida, en el día del paro, en la sala gris del colegio subvencionado, y no tenía por qué. Pero salió feliz de la escuela, silbando una canción cuya letra había olvidado.

El candidato a la Presidencia dejó de hablar por 24 horas, no hizo promesas, y acumuló silencio hasta llenar su mirada de verdad, y perdió tantos votos ese día, que su estratega comunicacional montó en cólera.

El sacerdote se paró en el púlpito y comenzó a confesar toda su honda duda que lo quemaba por dentro y habló de ella como quien habla de lo más sagrado y dejó de predicar en ese tono lastimero y monótono que hacía tan banales las misas de todos los santos días.

El periodista rompió la crónica abyecta que había redactado hace unos minutos y que le significaría unas palmaditas en el hombro de felicitación del editor de turno, y de sus manos salieron titulares inesperados, esperanzadores, noticias que siempre serán noticia. Y ese día el diario se vendió menos, pero el canillita voceó esos titulares como nunca lo había hecho, con una sonrisa que iluminó a los automovilistas iracundos atrapados en el taco.

En el otro extremo de la ciudad, una muchacha miró la soga con la que se iba a colgar de la viga más alta de su casa esa tarde, la extendió y salió a jugar a saltar la cuerda con sus vecinas menores que ella en la plaza. Y recordó la niña que había sido.

Los protagonistas del reality abandonaron su lugar de reclusión y decidieron no ser la carne de cañón del circo de todas las noches, los cómplices del plan de anestesia general de la población. Y dijeron: “La realidad está en otra parte”, y la pantalla quedó vacía unos minutos, y el rating bajó y subió vertiginosamente, mientras un locutor de continuidad trataba de explicar lo inexplicable. Alguien apagó por primera vez el televisor después de muchos años, abrió las ventanas y el cielo de la ciudad se derramó en su pieza, y recordó que las estrellas tenían nombre y experimentó un vértigo que la hizo sentir viva.

El alemán dueño del fundo no disparó contra el joven mapuche, y el joven mapuche no disparó contra el dueño del fundo, y ambos se miraron las caras en un segundo que parecía eterno, y olía a tierra, a sur, y se oyó el silbato de un tren, y se cruzaron de lado a lado unas palabras en mapudungún y alemán, que sonaron como una lengua común bajo la misma lluvia. Y un funcionario público dejó sobre la mesa la factura falsa sin terminar, sintió vergüenza y se asomó a la ventana y vio a un niño que caminaba peinado a la gomina, con su delantal recién planchado, en dirección al colegio a aprender algo nuevo. Y entonces recordó los viejos sueños, que se le habían gastado, y que se levantaron ante él apuntándolo con el dedo. Y quiso salir a la calle con una bandera a esperar que saliera el arco iris, pero sólo pudo ser militante de su propia noche, la noche oscura que espera al hombre que no se miente a sí mismo.

El dueño de la inmobiliaria, entretanto, el día que había coimeado al jefe de obras del municipio, miró su BlackBerry, y no encontró ningún mensaje y se sintió vacío, asqueado. Y no quiso ir al gimnasio a calmar esa angustia insoportable a la altura del pecho, y no llamó a su amante, ni colocó bajo su lengua la pastilla que le anestesiaba el hastío, y bajó desde el ascensor del edificio inteligente y, en vez de subirse a su cuatro por cuatro, se puso a caminar por las calles de la ciudad como no lo había hecho en años.

Y vagó sin rumbo cierto, y se cruzó con muchas caras anónimas (la de un escolar, una profesora, un joven mapuche, un funcionario, una adolescente saltando la cuerda), de las que ya no lo separaban sus vidrios polarizados; escuchó a un canillita vocear un titular increíble, y se sentó en un banco de una plaza pública y silbó una canción pasada de moda, de la que no pudo recordar la letra.


Relato 2: Hoy recuerdo la tarde en que compré mi alma al diablo (era jueves e internet se había caído), de Mauricio Figueroa, publicada el 27 de noviembre de 2009.

Era jueves, e internet se había caído. Ese día, súbitamente, Manuel se acordó de que su madre estaba allí todos los días, detracito suyo, como una niña que espera que se fijen en ella, y se dio vuelta, y la vio viejita, y la abrazó tan largo, intentando recuperar los años que se le habían ido de largo husmeando interesantes blogs y fotologs. Fernando, sorprendido por el mensaje que muy de mañana, a la hora del café, le entregó su navegador ("¡Vaya! Parece que este enlace está roto. Compruebe su conexión a internet."), se dio cuenta de que llovía, y salió como cuando niño a respirar y bucear un rato las gotas, a llenar de ondas las pozas, a cantar con la rana de cemento. Paula, ante el fascinante vacío de su bandeja de entrada, se acordó de repente de la dicha plena que sentía, de niña, cuando corría por su ciudad aguantando la respiración hasta ver que alguien la miraba a los ojos, y propinarle de pecho, directo al corazón, el mejor "gracias por ser" que tenía para dar (en este momento se abre una puerta real... [ese día Paula salió otra vez, y se encontró en su carrera con Violeta, que andaba en lo mismo, sin internet, felicitando al ser por ser] ...y otra puerta metafórica, muy adentro, también se abre). Ulises, abducido del océano digital que navegaba día tras día, sufrió el elegante impacto del horizonte en la mirada, y recordó cómo esa idea le recordaba a su vez a Dios que no es ni cielo ni mar, sino algo entremedio, como la sal que queda cuando el agua y el todo se evaporan.

Ese día yo también recordé. Recordé que tenía alma. Me acordé de que esa alma me constituía y me hacía uno con los demás hombres y mujeres con alma. Me acordé de que el alma no es pantalla ni imagen, sino esencia material. Me acordé de que el alma a veces tiene una sed que ningún mensaje de texto (ningún correo) puede satisfacer, sino solamente un dedo tocando otro dedo, un pecho respirando junto a otro pecho, la sensación de tener una oreja fría pegada a la oreja, en el abrazo sincero del amigo, o el hombro que toca mi hombro, cuando escucho sentado, sin escuchar, palabras sobre palabras.

"¡Ven diablo! Arrímate más pa' cá. Queda espacio.", le dije. "¡Hoy, internet se cayó, y ya no tienes poder (¡Conjuro, oh, conjuro, te pronuncio tres veces! ), ya no tienes poder, ya no tienes poder sobre mí! Te compro mi alma, que barata te la había vendido. Me visto de mí y me muestro tal cual soy, de carne y hueso, humano y frágil. Te cambio estos millones de pixeles infartantes por mi única alma; dejo todos estos megabites por el verdadero yo, el único que tengo. Es jueves, e internet se ha caído." || Cierro los ojos, despejo el corazón y corto la cuerda...

Como si me hubieran sacado sábanas y frazadas de encima en una noche de fiebre, recordé también que me gusta el sol, que no me gusta el talco, que me gusta el olor a humo, que prefiero las manzanas verdes (y antes, de niño, "como una fruta que madura para atrás", las rojas de Afrodita), recordé que hoy, jueves, salía con mi hermano por las calles de mi ciudad a nada más que andar por las calles de la ciudad. Tomé la guitarra y desafiné algunas notas sin vergüenza. Recordé el tiempo, muchos años atrás, en que todos los cuerpos eran iguales, porque el cuerpo cuerpo es y el cuerpo es una fiesta. Recordé que la gente es nada más que gente y que los viejos siguen saludándose siempre (vie-jos-li-bros-vie-jos-con-su-o-lor-y-su-mis-te-rio), tal vez porque nunca alcanzaron a venderle el alma al diablo. Recordé que un cerezo cambió mi mañana, y me acordé de ti, tal vez el recuerdo más importante que tengo.

¡Vete, diablo, vete! ¡El encuentro es lo que importa!

lunes, 1 de febrero de 2010

Lo que me gusta de ti, Marcelo…

Escribo para no olvidar... para recordar (recordari; re: de nuevo, cordis: corazón); para revivir en el corazón los pensamientos, los sentimientos, los ideales, los sueños; para aprender y aprehender [...para revivir los olores ricos... y la sensación del viento y el sol... la textura de una cuerda vibrando... de una tecla... y el fuego de una idea...].


[Esta lista fue escrita, salvo algunos retoques, en septiembre de 2009 en ocasión del cumple 25 de mi Marcelo-amado. Cada día se añaden más y más puntos, en un eterno descubrir del hombre más maravilloso e interesante del mundo.]

Marcelo, mi Marcelo, ya son más de tres años juntos… hoy puedo recontarte, con propiedad, lo que me gusta de ti. Nota: No están en orden de preferencia.

Me gusta lucirte amado, porque eres el más hermoso de todos.
- Me encanta tu olor dulce. En él me zambullo en un mundo nuevo.
- Tu belleza, my handsome Prince, todo tú; cuerpo y rostro.
- La armonía de tu cuerpo entero.
- Tu nariz trapecio, un perfecto trapecio.
- Tu bella sonrisa, amado mío, que realza tu belleza increíblemente.
- Tus pies suaves que rozarán mi cuerpo.
- Tu par de manitas suaves que me acarician entera.
- Esos ojitos brillantes, que me gritan que me aman en cada reflejo.
- Tu sueño permanente, que enrojece tus ojitos y tersa tu rostro.
- Tus orejitas pequeñas y tan armoniosas en tu carita.
- Tu pelo negro y suave, que acaricia a mis manos y me obsequia una propina de olor a ti.
- Tus besos cálidos, húmedos y excitantes.
- Tu sabor dulce, más que la miel, más que el chocolate.
- Esa piel color mate, no muy blanca ni muy oscura.
- Tu altura que me enorgullece.
- Tu regazo que me recibe siempre.
- Tu forma de caminar, tan tuya, tan de mi Principito.
- Tus pasos que te anuncian.
- Tu frente amplia.
- Tu cuerpecito temperadito a la hora de dormir.

- Tus virtudes de hombre ;o)

Me enorgullezco de ti porque eres el mejor.
- Dominas el inglés a la perfección.
- Amas la buena música significativa.
- Podemos ver comedias, pero siempre es mejor un documental o un drama con contenido.
- Hay tiempo para todo, y lo comprendes.
- Tus gustos y pensamientos tienen fundamento.
- Tienes una habilidad increíble para la guitarra.
- Me gusta tu pensamiento de izquierda pacífico.
- Eres responsable y se puede contar contigo siempre.
- Te vistes estupendamente, tu gusto es muy refinado.
- Eres inteligente y tus habilidades son matemáticas.
- ¡Eres un ingeniero!
- Hiciste un máster y quieres seguir estudiando.
- No te conformas con logros académicos (eres más que un mero ingeniero), siempre buscas la consecuencia y la entrega total.
- Eres trabajador y siempre estás dispuesto a ayudar.
- Te interesas por la lectura.
- El acontecer mundial te incumbe.
- Escribes cuidadosamente y revisas todos tus documentos.
- Eres ordenadísimo, oh yeah!
- Tienes competencias sociales, eres capaz de adaptarte fácilmente y tus formas son amistosas.
- Aprecio tu habilidad computacional, para mí es LA herramienta del nuevo siglo.
- Tienes conciencia y responsabilidad social.
- Adoro tus manías perfeccionistas.
- No has perdido la capacidad de soñar.
- Eres capaz de luchar por lo que crees correcto.
- Tu motivación es el amor, y el servicio como parte de esto.
- Eres la única persona que conozco que, a pesar de tener un pensamiento previo, después de una discusión argumentativa, es capaz de cambiar de opinión.
- Reconoces tus errores y te atreves a cambiar.
- Tu amor por tu entorno; tu cariño e interés por esa naturaleza que nos rodea.


Te admiro porque eres íntegro.
- Eres muy respetuoso y cordial.
- Eres humilde y eso te potencia para aprender.
- Enseñas con amor.
- Admiro tu capacidad de perdonar y pedir perdón.
- Tu carácter es manso, dócil.
- Admiro tu fe.
- Tienes el don de optimización.
- Admiro tu amor por todos y tu interés por el necesitado.
- Tus ganas de aprender siempre más.
- Tu sentido del compromiso. Tu apoyo y tu incondicionalidad.
- Tu honestidad.
- Tus caritas al final de las oraciones.
- Tu intento de superación y mejora constante.
- Tu porte, tu prestancia.
- Tu sentido de ubicación innato.
- Tu consecuencia (para con los valores cristianos), diría tu consecuencia del alma, porque es más que sólo de hechos, es de pensamientos, del corazón.
- Porque no tienes mayor apego a las cosas que el amor que sientes por ellas.
- Te admiro porque sufres con el que sufre, y con la injusticia, y eres capaz de trabajar, postergarte y sacrificarte por esta causa.
- Te admiro porque te esfuerzas por ser cada día mejor, por avanzar siempre en los caminos de amor de Jesús.


Te amo porque sabes amarme.
- Eres mi ayuda idónea.
- Siempre estás para mí, eres incondicional.
- Adoro tus jugueteos de Principito, que nos hacen disfrutar todos nuestros segundos. Me encantan tus formas de chiquito.
- Me enternece que seas tan cariñoso, tan tierno, tan dulce.
- Me haces sentir como una reina. Me atiendes, me mimas, me adoras.
- No te cansas de decirme lo hermosa que estoy, ¿estoy hermosa, cierto?
- Me amas hasta el infinito, y me lo recuerdas en cada momento.
- Me amas como me gusta que me amen y como te gusta que te amen.
- Tu paciencia es enorme, puedo equivocarme y aprender.
- Tu interés por escucharme siempre.
- Agradezco tu protección, tu preocupación por mí. Contigo me siento segura.
- Me admiras, por lo que me gusta que me aprecien; mi ideología, mis sueños, mis pensamientos.
- Me valoras por lo que soy y estás orgulloso de mí.
- Me acompañas en mis luchas de ensueño, en mis delirios por cambiar este mundo, y te haces parte de ellos.
- Te preocupas por mi felicidad, y por mis sueños; sacrificarías todo lo tuyo por mí.
- Te la jugaste por mí, te arriesgaste a hacer realidad en mí a la mujer ideal que soñabas.
- Me enseñas, me ayudas a crecer, con cariño, con paciencia... con amor.
- Me enamoras cada nuevo día.

Somos una gran dupla.
- Nos potenciamos, nos ayudamos, nos hacemos crecer.
- Soñamos juntos, nos proyectamos; ¡se vienen las aventuras, Principito!
- No tenemos las mismas virtudes, y sin embargo nos admiramos mutuamente.
- Nuestro olor nació para ser uno, porque pronto seremos uno.
- Nos tenemos una confianza que soy incapaz de describir.
- ¡Vamos a dejarlo todo por los sueños de nuestro corazón!

Todo en ti me hace amarte, mi Fi, TO-DO. Eres el mejor, ¿lo sabías? Te amo. Feliz cumple 25, Marcelo.


Tu Prin-Cesa Carla.